Cargando, por favor espere...

El futuro del programa Construyendo el Futuro del Gobierno Federal
El Presupuesto de Egresos de la Federación (PEF) 2019 ha dejado claro que la estrategia del Gobierno Federal que encabeza Andrés Manuel López Obrador
Cargando...

El Presupuesto de Egresos de la Federación (PEF) 2019 ha dejado claro que la estrategia del Gobierno Federal que encabeza Andrés Manuel López Obrador (AMLO) será principalmente asistencialista. Es decir, no busca resolver el gran problema de México, la pobreza, sino paliarla. En esta situación se encuentran 53 millones de mexicanos, según cifras oficiales, pero existen otras mediciones que estiman en muchos más el número de pobres que hay en el país.

El pasado nueve de enero arrancó el programa Construyendo el Futuro, el cual está destinado a jóvenes que no estudian ni trabajan (los denominados ninis) y atenderá a un total de 2.6 millones, de los que 2.3 estarán a cargo de la Secretaría de Trabajo y Previsión Social (STPS). Los jóvenes trabajarán en empresas como Grupo Bimbo, Coca-Cola Femsa, Confecciones Milán, entre otras, en donde recibirán capacitación laboral sin percibir salario porque durante un año dispondrán de una beca de tres mil 600 pesos mensuales provenientes de las arcas públicas. De esta forma el 70 por ciento de los jóvenes beneficiados por este programa se integrarán al sector privado; otro 20 por ciento al sector público y el restante 10 por ciento al sector social.

Si se pone un poco de atención sobre el programa, podrá notarse fácilmente que no busca aportar una solución a la pobreza sino que, por el contrario, su diseño mismo contribuirá a aumentar la desigualdad al procurarle fuerza de trabajo gratis a los empresarios. Las compañías privadas que proporcionarán capacitación a los jóvenes no van a desembolsar un solo peso de sus ganancias en el pago de los servicios de los ninis, sino que será el gobierno el que pague esas labores con parte del dinero que los mexicanos entregamos a éste en forma de impuestos. Es decir, este programa implica una transferencia a los empresarios participantes.

El Presidente argumenta que una de las virtudes y la justicia del programa Construyendo el Futuro se haya en el hecho de que los jóvenes adquirirán en un año (el tiempo que dura la beca) habilidades que les servirán para insertarse en el mercado laboral. Estas habilidades y la experiencia que adquieran en la práctica, sin embargo, no garantizarán la consecución de empleos porque las empresas seguirán contratando gente de acuerdo con sus propias necesidades de producción tal y como lo están haciendo ahora.

Es necesario advertir, además, que el programa está dirigido a un grupo poblacional muy grande y que, por lo mismo, resultará electoralmente muy redituable. Y lo será porque el apoyo del Gobierno Federal será directo, mensual e impactará no solo en los beneficiarios, sino también en los familiares y el círculo social más cercano de los ninis. Es decir, obedece a una estrategia política electoral muy bien definida, en cuyo diseño coincide y se asocia con otros programas asistencialistas como los destinados a brindar apoyos a las personas de la tercera edad y los discapacitados, que en total suman a alrededor de nueve millones de sufragios potenciales, que en 2021 (año de elecciones federales intermedias) llegarán a 10 millones.

Es importante destacar, asimismo, una parte del discurso del Presidente en el que después de agradecer la futura “capacitación” que recibirán los jóvenes de su programa asistencialista, pidió a los empresarios “benefactores” que fortalezcan los valores culturales, morales y espirituales de éstos y que, sobre todo, se conviertan en sus “maestros”.

Ante este dicho del Presidente cabe la formulación de varias preguntas: ¿Qué tan buenos educadores pueden ser las personas que han dedicado su vida a extraer trabajo no pagado (plusvalía); que dan más importancia al capital que a sus hermanos de especie (los hombres) y que poco o nada les importa contaminar el medio ambiente con tal de seguir obteniendo grandes ganancias?

¿El adoctrinamiento moral, cultural y espiritual que los grandes empresarios del programa Construyendo el Futuro pueden brindar a los ninis es el que realmente esperaría un verdadero político de izquierda? 


Escrito por Samira Margarita Sánchez

Columnista


Notas relacionadas