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En la década de los 60 y parte de los 70 del siglo XX, cuando cientos de miles de jóvenes fueron obligados a engrosar el ejército de Estados Unidos(EE. UU.) para combatir en la Guerra de Vietnam –de la que decenas de miles regresaron lisiados física y psicológicamente– hubo una gran inconformidad y surgieron movimientos de resistencia al establishment. Algunas de estas movilizaciones no solo resultaron inofensivas para el orden establecido, sino que además operaron como una verdadera válvula de escape que la clase gobernante de EE. UU. utilizó hábilmente. Uno de esos movimientos, el más grande numéricamente, con más propaganda y mejor instrumentalizado por los grandes intereses del poderoso imperio gringo, fue el hippie. Millones de jóvenes huyeron de sus hogares para evitar ser reclutados y enviados a una guerra que consideraron totalmente ajena a sus intereses, completamente absurda e injusta, por la que no tenían ningún deseo o interés. Pero ese movimiento no fue el único que surgió en EE. UU.; y en otras partes del planeta hubo movimientos estudiantiles que tenían una carga política e ideológica mucho más fuerte y progresista que el hippie.
Michelangelo Antonioni, que perteneció a la corriente neorrealista del cine italiano, filmó en 1969 Zabriskie Point, la historia de dos jóvenes estadounidenses de aquellos turbulentos años. Mark (Mark Frechette) es estudiante de una de las universidades de Los Ángeles, California, que en las secuencias iniciales del filme de Antonioni ─el cual parecen de formato de documental─ se retira de una discusión entre estudiantes blancos y negros sobre un paro estudiantil. El debate pone de relieve las diferencias que hay el enfoque que favorece a los negros al movimiento –pues está presente el segregacionismo y el racismo de la sociedad estadounidense– y el trato que el gobierno de EE. UU. da a los líderes negros que luchan contra el apartheid, una cantidad de ellos asesinados. Mark visita en la cárcel a un amigo suyo. Cuando los carceleros le niegan hablar con éste, comienza a gritar entre los barrotes; por supuesto, es detenido e interrogado y cuando un policía le pregunta su nombre, responde: “Karl Marx”. Mark y su amigo compran unas pistolas en una tienda de armas con el argumento de que serán “para defenderse en su domicilio”. Pero en realidad las adquirieron para participar en la revuelta universitaria. Cuando la policía entra a la universidad tomada por los estudiantes, ordena el desalojo de los salones y, en los casos de resistencia, arroja granadas de gas lacrimógeno; antes de huir Mark saca su arma, dispara y un policía cae herido (nunca se establece en el filme si él disparó o fue otra persona). Posteriormente Mark busca cómo sobrevivir, pero no tiene dinero ni siquiera para comprar una hamburguesa. Se dirige al aeropuerto y ahí logra robar una avioneta. Se encamina al desierto de Mojave. Sigue a un automóvil en el que viaja Daria (Daria Halprin), joven que se encamina hacia Phoenix, Arizona. Mark aterriza y conoce a la chica; viven un romance en las dunas y cantiles del desierto. En esta parte de la cinta Antonioni nos brinda escenas oníricas, propias de cineasta surrealista, en las decenas de parejas hacen el amor, desnudos y envueltos por el polvo del desierto. Después Mark decide regresar a la avioneta y cuando aterriza en el aeropuerto de Los Ángeles es asesinado por un policía que le dispara. Daria se entera por radio de la muerte del joven. Llega a su destino en Phoenix, pero se retira de las oficinas de su jefe; y también, otra vez mediante la proyección de escenas oníricas, Daria se imagina cómo todo aquel conglomerado de oficinas del emporio inmobiliario vuela en mil pedazos. Se trata, sin duda, de una alegoría de Antonioni sobre el fin del sistema social opresor. Zabriskie Point es un filme raro que intentó reflejar las inquietudes de una juventud desorganizada para una verdadera resistencia y lucha por cambiar a la sociedad.
Escrito por Cousteau
COLUMNISTA