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1402 - 1472. Su gente fueron los acolhuas, parte de la tercera ola migratoria de las tribus del norte hacia el Valle de México. Sus padres fueron Ixtlitxóchitl y Matlalcihuatzin, hija del señor de Tenochtitlán, Huitzilíhuitl. Recibió una educación esmerada, tanto en el palacio paterno, como en el Calmécac. Aunque era heredero nato del reino, no vivió su juventud rodeado de lujos porque los texcocanos luchaban para garantizar su existencia contra los tecpanecas; en 1418, cuando cumplió 15 años, el enemigo logró someter a su gente y él vivió en el exilio hasta 1429. Tlamatinime o sabio del mundo náhuatl. El de más grande fama entre los poetas y filósofos del méxico antiguo. Poeta, arquitecto y sabio en las cosas divinas. Gobernante supremo de Texcoco y consejero de Tenochtitlan. A decir de León-Portilla, Nezahualcóyotl tuvo plena conciencia de un legado intelectual milenario que le permitió desarrollar formas extraordinarias de pensamiento y poesía. A lo largo de toda la historia de la poesía mexicana prehispánica, nadie lo iguala en calidad. Su obra (un puñado de poemas) es a la vez emotiva y filosófica y posee la perfección del estilo que otros autores seguirían sin alcanzar su maestría. Por excelencia recibe el nombre del “Rey Poeta”. Fuente: Antología general de la poesía mexicana. Selección, prólogo y notas de Juan Domingo Argüelles.
CON FLORES ESCRIBES…
Con flores escribes las cosas,
¡oh Dador de la Vida!
Con cantos das color,
con cantos sombreas
a los que han de vivir en la tierra.
Después destruirás
a águilas y tigres:
solamente en tu pintura vivimos,
aquí sobre la tierra.
Con tinta negra borrarás
lo que fue la hermandad,
la comunidad, la nobleza.
Tú sombreas
a los que han de vivir en la tierra.
Después destruirás
a águilas y tigres:
solamente en tu pintura vivimos,
aquí sobre la tierra.
ALEGRAOS…
Alegraos con las flores que embriagan,
las que están en nuestras manos.
Que sean puestos ya
los collares de flores.
Nuestras flores del tiempo de lluvia,
flagrantes flores,
abren ya las corolas.
Por allí anda el ave,
parlotea y canta,
viene a conocer la casa del dios.
Solo con nuestras flores
nos alegramos.
Solo con nuestros cantos
perece vuestra tristeza.
Oh señores, con esto
vuestro disgusto se disipa.
Las inventa el Dador de la Vida,
las ha hecho descender
el inventor de sí mismo,
flores placenteras,
con esto vuestro disgusto se disipa.
CANTO DE PRIMAVERA
En la casa de las pinturas
comienza a cantar,
ensaya el canto,
derrama flores,
alegra el canto.
Resuena el canto,
los cascabeles se hacen oír,
a ellos responden
nuestras sonajas floridas.
Derrama flores,
alegra el canto.
Sobre las flores canta
el hermoso faisán,
su canto despliega
en el interior de las aguas.
A él responden
varios pájaros rojos,
el hermoso pájaro rojo
bellamente canta.
Libro de pinturas es tu corazón,
has venido a cantar,
haces resonar tus tambores,
tú eres el cantor.
En el interior de la casa de la primavera,
alegras a las gentes.
Tú solo repartes
flores que embriagan,
flores preciosas.
Tú eres el cantor.
En el interior de la casa de la primavera,
alegras a las gentes.
CON FLORES NEGRAS…
Con flores negras veteadas de oro
entrelaza el bello canto.
Con él vienes a engalanar a la gente,
tú, cantor:
con variadas flores
revistes a la gente.
Gozad, oh príncipes.
¿Acaso así se vive ahora
y así se vive allá en el sitio del misterio?
¿Aún allí hay placer?
¡Ah, solamente aquí en la tierra:
con flores se da uno a conocer,
con flores se manifiesta uno,
oh amigo mío!
Engalánate con tus flores,
flores color de luciente guacamaya,
brillantes como el sol; con flores del cuervo
engalanémonos en la tierra,
aquí, pero solo aquí.
Solo un breve instante sea así:
por muy breve tiempo se tiene en préstamo
sus flores.
Ya son llevadas a su casa
y al lugar de los sin cuerpo, también su casa,
y no con eso así han de perecer
nuestra amargura, nuestra tristeza.
SOMOS MORTALES
Percibo lo secreto, lo oculto:
¡Oh vosotros señores!
Así somos,
somos mortales,
de cuatro en cuatro nosotros los hombres,
todos habremos de irnos,
todos habremos de morir en la tierra.
Como una pintura
nos iremos borrando.
Como una flor
nos iremos secando
aquí sobre la tierra.
Como vestidura de plumaje de ave zacuán,
de la preciosa ave de cuello de hule,
nos iremos acabando.
Meditadlo, señores,
águilas y tigres,
aunque fuerais de jade,
aunque fuerais de oro
también allá iréis,
al lugar de los descarnados.
Tendremos que desaparecer,
nadie habrá de quedar.
AUNQUE SEA DE JADE…
Yo Nezahualcóyotl lo pregunto:
¿A caso de veras se vive con raíz en la tierra?
No para siempre en la tierra:
solo un poco aquí.
Aunque sea de jade se parte,
aunque sea de oro se rompe,
aunque sea plumaje de quetzal se desgarra.
No para siempre en la tierra:
Solo un poco aquí.
Escrito por Redacción