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Gobierno federal abandonó a los pobres en su demanda de una vivienda
El atraso en viviendas dignas es de 9 millones de hogares, es decir, arriba del 30 por ciento de las viviendas particulares habitadas que involucran a 35.7 millones de personas.
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En México el 30 por ciento de la población carece de acceso a una vivienda digna, casi 2 millones 250 mil viviendas se encuentran en situación de hacinamiento con más de 29 millones de mexicanos. Además, las viviendas construidas con materiales endebles y que no estan en óptimas condiciones, suman a 7 millones 400 mil. El atraso en viviendas dignas es de 9 millones de hogares, es decir, arriba del 30 por ciento de las viviendas particulares habitadas que involucran a 35.7 millones de personas.

En Durango, según datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), hay más de un millón 800 mil habitantes en todo el estado, con 493 mil 698 viviendas particulares habitadas; el 70 por ciento de la población requiere un subsidio adicional para adquirir una vivienda, porque su salario no le permite acceder a una de mayor valor.

En el estado, durante 2020 hubo 70 mil 600 personas que vivían en hogares con alguna carencia como piso de tierra, sin acceso a agua entubada, sin drenaje y excusado y sin energía eléctrica, y solamente se otorgaron 17 mil 203 créditos para la vivienda que representa solamente el 3.4 por ciento del total de viviendas existentes, ademas de que el 4.4 por ciento de las viviendas en el estado presentan hacinamiento, es decir, donde habitan más de 2.5 personas por cuarto. Esto según análisis del Instituto de Evaluación de Políticas Públicas (Inevap). Miles de familias duranguenses se encuentran sin la posibilidad de adquirir un espacio propio para vivir.

Desaparecen financiamiento

“Hace tiempo que adquirimos nuestra casa aquí en la colonia y fue por medio de un financiamiento a través de la COESVI, antes vivíamos de renta, realmente estábamos muy apretados, porque somos muchos en la familia, y esta casa fue gracias a un programa que se maneja en el que se podía ser beneficiaria de estos apoyos. Realmente estoy agradecida por ayudarme porque sí lo necesitaba, pero ahora esa posibilidad no se puede, ya que ese tipo de programas ya no existen; por parte del gobierno federal, desapareció el financiamiento para comprar una casa y nosotros nos dimos cuenta porque mi hermana había buscado algún apoyo apenas el año pasado, y resulta que ya no hay”, contó la señora María Elena Montiel, vecina de la colonia Asentamientos Humanos del municipio de Durango.

 

En la entidad hay 632 mil 975 viviendas, de las cuales, el 78 por ciento (493 mil 989) están habitadas. La capital concentra el 37.83 por ciento de las habitadas (186 mil 870). El 70 por ciento de la población en la capital del estado requiere un subsidio para adquirir una vivienda, ya que su salario no le permite acceder a una vivienda de mayor valor.

En administraciones anteriores existían susidios por parte de la Comisión Nacional de Vivienda, que permitían adquirir casa en determinado precio, había la posibilidad de recibir un subsidio de 60 a 70 mil pesos, pero el programa desapareció en los primeros recortes de la administración federal actual.

El Gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador desapareció, esfumó, extinguió programas considerados como relevantes por su contribución en el acceso efectivo a derechos, entre ellos están el de Apoyo a la Vivienda, de Sedatu, el de Atención de Jornaleros Agrícolas y el de Inclusión Digital, entre otros.

Aunque el gobierno estatal ha emprendido políticas y programas para impulsar la creación de mas infraestructura para combatir la carencia de vivienda, combatir el hacinamiento y dar mayor valor a las viviendas para que mas familias puedan vivir con mejor calidad de vida, es necesario y urgente que se emprendan políticas publicas que redunden en un financiamiento de la federación para que el avance sea mayor.

Hilario Flores, un ex empleado de una empresa que se dedicaba a la construcción de viviendas en el municipio de Durango, y en donde trabajó por mas de 6 años nos cuenta que durante el año pasado mientras laboró, ya habia disminuido hasta en un 50 por ciento la demanda de vivienda, que se da por diversos factores, una es por la eliminación de los subsidios por medio los cuales la población podía adquirir una vivienda, pero ademas a la empresa constructora tambien le afectaba el incremento en el costo de los insumos para el sector de la construcción tales como el acero, el cemento y el mortero, mismos que superaron ya el 15 por ciento con respecto al mismo periodo del año pasado, lo cual podría aumentar el precio de venta final de las viviendas en la misma proporción y el incremento se dio por el alza en los precios de la gasolina.

“Yo trabajaba en la construcción, pero el año pasado nos descansaron por la pandemia, para evitar contagios, y ahora estoy sin trabajo, aunque yo era parte de los que construimos las casas, que somos muchos, no era para nosotros, como ustedes pueden ver, la mayoría de esas casas son para la gente que si tiene manera de cómo pagarlos, para nosotros no”, nos decía Hilario mientras nos mostraba su casa de dos cuartos en donde duermen su esposa y sus tres hijos, su pequeño patio tambien utilizado como sala y en la parte de atrás de la casa, debajo de un pequeño tejabán hecho con materiales endebles, se encuentra su cocina. “Nosotros no hemos podido acceder a una vivienda o a un cuarto porque nuestra colonia se encuentra irregular, ademas de que me he dado cuenta de que ya no hay apoyos como los que se daban en años anteriores”.

“Nosotros pedimos al gobierno de Andrés Manuel López Obrador que voltee a ver hacia abajo en donde estamos nosotros, quienes lo pusimos ahí donde está ahora, lo digo porque yo sí lo apoyé, porque decía que primero los pobres, pero creo que a lo que se refería es a que nos iba a dejar fuera de los apoyos a nosotros los pobres primero, porque asi es como se siente hoy que tenemos que rascarnos con nuestras propias uñas”, expresó Hilario con un dejo de tristeza y preocupación en su mirada.

Programas estatales como alternativa son insuficientes

“El Gobierno del Estado sí cumple ayudando a quienes más necesitamos, ya con este cuartito se acomoda uno mejor, estoy muy agradecida por el apoyo”, expresó con emoción la señora María Guadalupe Hernández, beneficiaria del programa Cuarto Adicional a través de la Secretaría de Bienestar Social (SEBISED) y la Comisión Estatal de Suelo y Vivienda (Coesvi), uno de los programas estatales impulsados como alternativa para beneficiar a las familias trabajadoras carentes de vivienda.

Pero varios de los programas federales que eran destinados a las políticas publicas en el estado, con los que podía cubrir la introducción de los servicios básicos, desaparecieron, con única justificación inverosímil, “es que hay corrupción”, se argumentó. Por ejemplo, los programas que se coordinaban con Fonhapo, que eran de inversión tripartita entre el Municipio, Estado y Federación, sobre todo para la zona rural (con recursos con los cuales se podía apoyar a las familias de los ejidos con techos y mejoras en su vivienda), también desapareció, dejando en la incertidumbre a miles de familias duranguenses de la zona rural.

Con la supresión de esas partidas de apoyos, se fueron también los recursos para poder construir obras que significan la mejora de los servicios básicos hacia la vivienda en los ejidos como lo son agua potable, drenaje, alcantarillado y electrificaciones, además de infraestructura educativa, de salud y obras de urbanización.

Don Armando Ruelas se dedica a la siembra de forrajes de temporal, tiene su domicilio en el ejido Pino Juárez, vive a pie de carretera con su esposa y sus dos hijos. Nos cuenta que en lo que mas han batallado es en que llegue a su domicilio el agua entubada, y aunque ya tiene conectada su tubería, pocas veces llega agua su cisterna. “Aquí en el ejido hemos solicitado que nos suministren del servicio de agua potable pero no nos han hecho caso, y siempre nos dicen que no hay dinero o que no hay programas aun, y para nosotros los que vivimos acá en las orillas de la capital, tenemos que poner todo nosotros de nuestras bolsas, gastamos en comida, en ropa, en gasolina, en todo, aquí en mi casa yo compré toda la tubería para que llegue hasta acá, y yo creo que el gobierno si se debería preocupar un poco más por nosotros, hasta parece que ya nos olvidaron”.

Nulo apoyo de la Federación

En 2020, miles de familias en Durango se encontraban en condiciones de hacinamiento, y con la llegada de la pandemia y las medidas sanitarias como la de “quédate en casa” y mantener “la sana distancia”, estas familias no podían respetar las indicaciones, ya que en un solo cuarto llegan a vivir muchas personas e inclusive hasta familias enteras y para la mayoria de ellas es solo un slogan, una consigna vacía.

“Nos pidieron que nos quedáramos en casa y que nos mantengamos alejados uno del otro a dos metros de distancia, pero mi casa eso mide, y somos 5 los que vivimos aquí, no podíamos hacerlo por más que quisiéramos, ademas pues teníamos que salir a buscar trabajo, las deudas no esperan, y la comida tampoco. A todo podremos acostumbrarnos, menos a no comer”. Rutilia Gutiérrez nos cuenta cómo ha pasado la cuarentena desde el año pasado en la colonia Valle Verde Sur.

 Al inicio de crisis sanitaria, luego de detectarse este problema fuerte y que la gente no se estaba en casa, las autoridades optaron por solicitar apoyo al Gobierno Federal para elevar el número de acciones y beneficiarios para brindar los apoyos en cuartos adicionales, pero jamás se brindó ese apoyo.

"Si tuviéramos apoyo del Gobierno Federal, podríamos incrementar este beneficio en la medida del apoyo que se pueda otorgar, pero desaparecieron el fondo para vivienda y no hay ese respaldo", menciona un funcionario municipal, quien pidió anonimato para no verse comprometido

Debido a la falta de apoyo de la federación, en este año y el anterior no se ha logrado atender a grupos en estado de vulnerabilidad social grave, por lo que se hace un llamado al gobierno federal, pues en 2020 no aportó un solo centavo para este rubro, debido a que desapareció el programa de Vivienda Social. Y ultimadamente, no es congruente que el lema de “primero los pobres” haya quedado carente de contenido.


Escrito por José Emilio Soto Soto

Colaborador


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