Cargando, por favor espere...

El Paquete Económico 2019
El paquete económico 2019 contiene la Ley de Ingresos y el Presupuesto de Egresos. La Ley de Ingresos debe aprobarse en ambas cámaras, de Diputados y Senadores; el Presupuesto de Egresos, en cambio, es facultad exclusiva de la Cámara de Diputados.
Cargando...

El paquete económico 2019 contiene la Ley de Ingresos y el Presupuesto de Egresos. La Ley de Ingresos debe aprobarse en ambas cámaras, de Diputados y Senadores; el Presupuesto de Egresos, en cambio, es facultad exclusiva de la Cámara de Diputados.

            Para calcular los ingresos en 2019 se tomaron en cuenta los elementos macroeconómicos principales que son, por ejemplo, el crecimiento del producto interno bruto (PIB), que se estima entre el 1.5 y el 2.5 por ciento; un PIB nominal estimado en 24.942 billones de pesos; se calcula la inflación en 3.4 por ciento; el tipo de cambio promedio en 20 pesos; la mezcla del crudo mexicano en 55 dólares por barril y una producción de un millón 847 mil barriles diarios (en 2014 se produjeron 2.4 millones de barriles). Ahora bien, teniendo en cuenta los llamados “fundamentales de la economía”, se espera ingresos por un monto de 5.8 billones de pesos; es decir, con un incremento del 6.1 por ciento en términos reales o un 23 por ciento del PIB. De estos ingresos, el 57 por ciento provendrá del cobro de impuestos: 1.7 billones del ISR (Sobre la Renta); 1.4 billones de impuestos sobre producción, consumo y transacciones (IVA, IEPS e ISAN) y 1.3 billones provendrán de los ingresos de Organismos y Empresas estatales (IMSS, ISSSTE, Petróleos Mexicanos y CFE). Además habrá otros 539 mil millones de pesos derivados de financiamientos.

            El Presupuesto de Egresos de la Federación 2019, por su parte, incluye un gasto neto total de 5.8 billones de pesos; es decir, tiene un incremento porcentual del seis por ciento en términos reales, comparado con el gasto del 2018. La distribución porcentual en los diferentes rubros de gasto son los siguientes: el 25.7 por ciento es para gasto no programable; el 25.7 por ciento para Ramos Generales; el 16.9 por ciento para Ramos Administrativos; el 16.3 por ciento para Entidades de Control Directo; el 13.7 por ciento para Empresas Productivas del Estado y el 1.8 por ciento para Ramos Autónomos.

            En el Ramo Administrativo 18 instituciones reducen sus gastos, entre las más importantes: SCT, Sader, Sermarnat, Gobernación, Conacyt, Marina, PGR, Economía y Cultura. Incrementan su gasto Bienestar, Trabajo y Previsión Social, Energía, SEP y Sedena.

            Algunos ramos pierden recursos y se eliminan los programas de Fomento Ganadero, Apoyos a la Comercialización, Concurrencia con las Entidades Federativa, Acciones Complementarias para Mejorar las Sanidades. Se reducen el Programa de Fomento a la Agricultura, el Programa de Fomento a la Productividad Pesquera y Acuícola y el Programa de Apoyo a Pequeños Productores. Sin embargo, se crean programas con un gasto total de 30 mil 574 millones de pesos, entre los que destacan Producción para el Bienestar, que dispondrá de nueve mil millones de pesos; precios de garantía a productos alimentarios básicos, con seis mil millones de pesos; agromercados sociales y sustentables con cinco mil 408 millones de pesos; crédito ganadero a la palabra con cuatro mil millones de pesos, entre otros.

            En el Ramo 9 se eliminan los programas de proyectos de construcción de aeropuertos, de carreteras alimentadoras y caminos rurales; el Programa de Empleo Temporal (PET); el de construcción de puertos y el Sistema Satelital. Pero se crean los programas: Provisiones para la modernización y rehabilitación de la infraestructura aeroportuaria y de conectividad, con tres mil millones de pesos; Provisiones para el desarrollo, modernización y rehabilitación de infraestructura de comunicaciones y transportes, con 2,200 millones de pesos; Provisiones para el desarrollo de Trenes de Pasajeros, con 1,100 millones de pesos.

            En el Ramo 10 se crea el programa de microcréditos para el bienestar con tres mil 33 millones de pesos, pero se disminuye en un 80 por ciento el Fondo Nacional Emprendedor.

            En el Ramo 11, Educación Pública, se crean los siguientes programas: Beca Universal para Estudiantes de Educación Media Superior Benito Juárez, con 17.3 mil millones de pesos; Jóvenes Construyendo el Futuro, con 4.3 mil millones de pesos; Nacional de Reconstrucción con 800 millones de pesos. Las universidades públicas de los estados tendrán un decremento del 3.8 por ciento en términos reales. Varias universidades se ven seriamente afectadas como la UNAM, el IPN, El Colmex, la UPN, la UAM y la Narro, entre otras, cuya reducción rebasa los 1,900 millones de pesos.

            En relación con el Ramo 15, que tiene que ver con la Secretaría de Desarrollo Agrario, Territorial y Urbano, se elimina el programa de apoyo a la vivienda de dos mil 161 millones de pesos; se reduce en un 75 por ciento el programa de acceso al financiamiento para soluciones habitacionales (es decir, se quitan cinco mil 111 millones de pesos) y se crea el Programa Nacional de Reconstrucción con 5.6 mil millones de pesos.

            Ramo 20, Bienestar, se crean los programas: Pensión para el Bienestar de las Personas con Discapacidad Permanente, con un monto de siete mil millones de pesos y sembrando vida con 15 mil millones de pesos. Crecen los programas Pensión para Adultos Mayores de 39 mil millones de pesos a 100 mil millones de pesos y se eliminan los programas de Comedores Comunitarios, Empleo Temporal, Programa de Atención a Jornaleros Agrícolas, Programa de Apoyo a las Instancias de Mujeres en las Entidades Federativas (PAIMEF), entre otros. El Prospera “no desaparece” (el Seguro Popular sí), pero se diluye en diversas secretarías y tiene una disminución de 13.7 mil millones de dólares (o pesos).

            En relación con el Ramo 21, relacionado con Turismo, se elimina el Programa de Desarrollo Regional Turístico Sustentable y Pueblos Mágicos (586 millones de pesos).

            En relación con el ramo 38, que tiene que ver con Ciencia y Tecnología, Conacyt tiene una disminución de 2.5 mil millones de pesos, equivalente al 12.8 por ciento con respecto a su presupuesto de 2018.

            Finalmente, el monto presupuestal del ramo 23 se reduce en un 70 por ciento y se eliminan sus programas. Se dice que estos operaban de forma discrecional y que de aquí salían los “moches”, pero no han demostrado nada en absoluto y parece que ahora habrá un “megamoche”, pues todo lo que quedará de ese ramo será concentrado en….. y con esa lógica los que ganarán serán quienes tengan el sartén por el mango.

            En resumen, el dinero reducido de unos ramos va a parar al financiamiento de proyectos como el Tren Maya, la siembra de 10 millones de hectáreas de árboles frutales y maderables, la construcción de la refinería en Dos Bocas Tabasco y a todas las transferencias económicas directas que se hacen a través de los programas sociales que impulsan, según se dice, al “capital humano” (adultos mayores, etc), pero que en lo inmediato favorecen los negocios de las grandes empresas que venden productos como Coca Cola, Pepsi Cola, Marinela, Bimbo, etc.); aunque también se dice que estas dádivas económicas buscan evitar que la gente se desencante del proyecto y que desde ahora Morena empiece a ganar los votos que necesita para no perder el Congreso en  2021.

Al nuevo gobierno no le importa que la gente beneficiada con estos programas vaya a quedar exactamente igual que antes, ni buscar una solución distinta a la que ofrece el modelo neoliberal repartiendo dinero. Al nuevo gobierno no le interesa generar fuentes de empleo, elevar los salarios a 300 pesos como mínimo, modificar la política fiscal para que paguen más quienes tienen más y, finalmente, que el gasto público esté orientado a beneficiar a los que más lo necesitan, pero no mediante el regalo de dinero, sino impulsando la inversión en obras que beneficien al pueblo.

            En conclusión, el paquete económico del nuevo gobierno es, como ya lo han manifestado varios: neoliberal. Prueba de ello, es el gran recibimiento y la calma de los mercados. Así, vuelve a manifestarse con claridad que lo que criticó en su discurso inaugural no va a ser combatido, porque ahora el nuevo gobierno necesita paliativos para “calmar las aguas” de los poderosos, quienes se inconformaron cuando se empeñó en cancelar, por ejemplo, el nuevo aeropuerto. Esa es la lección para el pueblo de México. Debe aprender a distinguir a sus verdaderos amigos y a sus enemigos, disfrazados de amigos, pero que llevan en sus manos “el puñal de imprevistas cobardías”, como dice Guillén. Así que, pueblo de México, reitero la necesidad de estar alertas para la defensa de los intereses legítimos de los pobres de esta patria. 

 


Escrito por Brasil Acosta Peña

Doctor en Economía por El Colegio de México, con estancia en investigación en la Universidad de Princeton. Fue catedrático en el CIDE.


Notas relacionadas