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Nuevos arribazones de sargazo tiñen de marrón al Caribe mexicano
Los esfuerzos por retirar el alga antes de que se descomponga son diarios, pero se ven superados debido a que el arribo es constante y va en aumento.
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El pasado 1º de julio de 2021, diferentes instituciones de investigación en Estados Unidos y México dieron a conocer, ante diferentes medios de comunicación, que se aproximaba una gran mancha de sargazos a las costas de Quintana Roo.

La advertencia fue emitida por científicos de la Universidad del Sur de California, quienes detectaron la gran mancha de sargazo por medio de imágenes satelitales proporcionadas por la NASA. Posteriormente, la advertencia se dio a conocer por la Dirección de Servicios Públicos de Puerto Morelos y por la Red de Monitoreo de Sargazo de Quintana Roo. La gran mancha de sargazo que se aproxima a las costas del caribe mexicano tiene una superficie de mil 36 kilómetros cuadrados.

La llegada de la gran mancha de sargazo ocurre en un contexto en donde hasta junio de este año, las autoridades locales han retirado de 50 a 90 toneladas de sargazo en diferentes playas de Quintana Roo. De acuerdo con la Red de Monitoreo de Sargazo, para el 1º de julio, de 80 playas donde se monitorea el crecimiento del alga, en 36 es excesivo, en seis es abundante y en ocho es moderado. Si bien el tamaño de la mancha que se acerca a Quintana Roo es de menor tamaño que la registrada en 2018, donde alcanzó una superficie de dos mil 800 kilómetros cuadrados, su llegada dañará el ecosistema de las costas y afectará económicamente al turismo local.

Solidaridad es el municipio más afectado por la marea de sargazo; y playas emblemáticas para el turismo internacional como Tulum, Akumal y Playa del Carmen están saturadas por la acumulación del alga. Como acciones de mitigación, se han colocado dos kilómetros de barrera antisargazo, se asignaron tres barcos de la marina para recolección del alga y varios pobladores apoyan con la recolección en las playas. Los esfuerzos por retirar el alga antes de que se descomponga son diarios, pero se ven superados debido a que el arribo es constante y va en aumento.

Históricamente, los sargazos han habitado la región centro -norte del océano Atlántico, distribuyéndose desde las Antillas Mayores (Cuba, Haití, República Dominicana) y la península de Florida (Estados Unidos) hasta el sur de las Islas Canarias y el Golfo de Guinea en el oeste de África. En esta región, las aguas del océano se desplazan en forma de círculos concéntricos, girando lentamente en sentido de las manecillas del reloj. Esta particularidad física es causada por cuatro corrientes oceánicas que se intersectan tangencialmente: al oeste, la corriente del Golfo; al norte, la corriente del Atlántico; al este, la corriente de las Islas Canarias; y al sur, la corriente ecuatorial.

Sin embargo, desde hace 10 años se ha observado la formación de una segunda zona de crecimiento de sargazos en la región tropical del Atlántico. Esto está muy bien documentado por medio de imágenes satelitales. ¿Cuál es la razón de este cambio? Por una parte, se sabe que las aguas del Atlántico son fertilizadas por el polvo proveniente del desierto del Sahara, que representa un aporte natural de hierro y fósforo. Por otra parte, se ha identificado una segunda fuente de nutrimentos, como fosfatos y nitratos, provenientes de las desembocaduras de los ríos Amazonas, en Brasil, y Orinoco, en Venezuela. La causa de esto es la acelerada deforestación de la selva amazónica para implementar tierras de cultivo. Al perderse cobertura vegetal, el río Amazonas recibe una cantidad considerable de sedimentos y agroquímicos provenientes de actividades agroforestales. Toda esta contaminación enriquece el caudal del río que, al desembocar en el Atlántico, se convierte en una fuente de nutrimentos para los sargazos.

Lo que nosotros observamos como un problema local en las costas de Quintana Roo tiene su origen, principalmente, en América del Sur. De seguir la destrucción del Amazonas, las aguas azules del caribe mexicano pueden tener sus días contados ante la “peste de los sargazos”.


Escrito por Jorge Adrián Serrano

Colaborador ciencia


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