El racismo y la violencia asesina del gobierno de Donald Trump son lo verdaderamente representativo de la falsa democracia que existe en Estados Unidos (EE. UU.); y este personaje es el idóneo representante de una clase social que se ha convertido en una amenaza para la humanidad.

Las advertencias de Trump de que usará al ejército contra la población inconforme no han podido evitar la explosión de la inconformidad, la protesta y las manifestaciones callejeras. Fue más poderosa la indignación y la furia de las multitudes que el temor de las mismas a contagiarse de Covid-19. Esa energía combativa, que ya ha demostrado el pueblo norteamericano, aflora de nuevo después de más de medio siglo de soportar la injusticia y la discriminación racial, la violencia policiaca y la incapacidad del gobierno para combatir la crisis económica y la pandemia.

buzos aborda el tema de la convulsión por la que atraviesa la sociedad estadounidense a causa de la violencia racista en su expresión extrema: el asesinato de un ciudadano sospechoso de haber cometido un delito menor, es decir que no se castiga con la pena máxima ni mucho menos. Siguiendo el curso de los acontecimientos desde el día del crimen hasta hoy, en que los asesinos continúan sin castigo y el descontento se extiende por toda la Unión Americana; nuestro Reporte Especial recoge las voces de ciudadanos, líderes de opinión, medios de comunicación, miembros de las fuerzas policiacas, universitarios e incluso funcionarios que condenan el atroz crimen y exigen que el gobierno de Trump haga justicia. Voceros de organizaciones y estudiosos prevén que Trump aprovechará electoralmente la efervescencia actual.

En su artículo titulado Pensar correctamente puede salvar a la humanidad, Aquiles Córdova Morán analiza los últimos acontecimientos en EE. UU., explica el origen del racismo en la fase imperialista del capitalismo, que se halla detrás del asesinato de George Floyd; refuta la explicación seudocientífica del racismo, que justifica el saqueo de las riquezas de los países pobres y débiles, y alerta en torno al peligro de una catástrofe nuclear al que nos ha conducido este racismo imperialista, mostrando que la unión de los oprimidos del mundo, incluido el pueblo estadounidense, es la única vía para evitar esta conflagración.

Es probable que el gobierno irracional de Trump se imponga por medio de más violencia policiaca; pero es seguro que la población mayoritaria en EE. UU. ya comenzó a medir sus fuerzas; que la necesidad de una mayor organización es indispensable y que la conciencia de clase tendrá desde ahora mejores condiciones para abrirse paso.