Cargando, por favor espere...

#PaqueteEconómicoElectorero
La nación debe ver en el presupuesto 2021 no un proyecto de país, sino la dilapidación de recursos de manera discrecional con fines electoreros
Cargando...

#PaqueteEconómicoElectorero es el nombre más adecuado para llamar a la propuesta de Ley de Ingresos y Presupuesto de Egresos de la Federación 2021 que presentó, en días pasados, el Gobierno Federal. El proyecto de Ley de Ingresos tiene, fundamentalmente, un carácter persecutor o inquisidor porque ante la imposibilidad de plantear una política fiscal progresiva –es decir, abocada a que paguen más impuestos los que más tienen, es decir los grandes corporativos empresariales que evaden o eluden las leyes fiscales– propone el uso de múltiples mecanismos destinados a recaudar mejor los gravámenes de la clase trabajadora y las clases medias. Para que el lector tenga una idea de esta propuesta, el portal terra.com.mx, afirma lo siguiente: “Según plantea el Nuevo Anteproyecto del Paquete Económico 2021 se podría incorporar como instrumentos para recabar información del contribuyente, el video, grabadoras, cámara fotográfica y celular”. Es decir, se trata, al final de cuentas, de un Big Brother inquisitivo o de la aplicación de medidas desesperadas del gobierno que intenta resolver así su grave problema de recaudación impositiva muy baja.

En lo referente a la llamada política fiscal o de gasto, el principal instrumento del gobierno para definir la economía nacional y su proyecto de nación, resulta por demás peligroso que el Paquete Económico de 2021 plantee variables macroeconómicas sumamente optimistas, muy similares a las que cotidianamente se esbozan en las conferencias mañaneras del Presidente, no obstante la desconexión existente de éste con la realidad nacional.

Todo parece indicar que el proyecto de política fiscal del año que entra no consideró las diferentes estimaciones de que el Producto Interno Bruto (PIB) sufrirá, este año, una caída del ocho, nueve o del 10 por ciento, ya que en el documento del gobierno se prevé un crecimiento del 4.6 por ciento en 2021 que no es creíble, ya que los analistas más objetivos estiman que aquél podrá ser del tres al 3.5 por ciento. Pero, además, el manejo de estas cifras resulta engañoso, porque si caes el 10 por ciento y luego creces el tres por ciento, entonces el descenso es del siete por ciento, y a este ritmo necesitarás dos años más para alcanzar el nivel que se tenía antes del gobierno morenista. En el proyecto fiscal, se dice, asimismo, que en 2021 se espera una producción petrolera de mil 857 millones de barriles diarios, que no se ve fácil de alcanzar, de acuerdo con los expertos en esa materia, quienes se basan en la producción mexicana de crudo de años anteriores, cuyas expectativas de recuperación no se alcanzaron pese a la inversión de grandes sumas de dinero echadas al barril sin fondo de Petróleos Mexicanos (Pemex). El Movimiento Regeneración Nacional (Morena) no sabe gobernar.

Con este optimismo desenfrenado, el Presidente y su partido están generando ingresos virtuales, que no podrán sustentar gastos programados para estados y municipios por un monto aproximado de 144 mil millones de pesos (mdp) y que éstos, por supuesto, no recibirán. Pero, además, las 32 entidades del Estado mexicano sufrirán una disminución del 6.4 por ciento para sus participaciones federales en términos reales, lo que se traducirá en menos recursos para obras públicas en las comunidades, menos apoyos para la salud y menos recursos para programas sociales estatales y municipales.

Todo indica que será necesario un endeudamiento adicional por 700 mil mdp, de tal suerte que la deuda pública alcanzará el 52.4 por ciento del PIB, 6.6 puntos porcentuales por encima del 2020, aunque algunos analistas afirman que podría llegar hasta el 70 por ciento.

El Gobierno Federal propone un gasto total de 6.26 billones de pesos, 0.3 por ciento menos que el año pasado. El proyecto de egresos reduce significativamente la inversión pública en carreteras, cuya construcción podría activar otras inversiones públicas y privadas en el país. Pero en 2021, en este rubro solo se ha previsto un monto de dos mil 788 mdp, cifra 50 por ciento menor a la de 2020 y 80 por ciento respecto a la de 2018, en el gobierno de Enrique Peña Nieto. El programa de reconstrucción y conservación de carreteras se reducirá, asimismo, en 22 por ciento en términos reales respecto a este año. En el caso del turismo, el gobierno hace una trampa mediática porque cuando afirma que apoyará más a este sector con un incremento del 600 por ciento en su presupuesto, no se explica que buena parte de estos recursos estarán en realidad destinados al Tren Maya y el único dinero efectivamente aplicado al sector turístico apenas llegará a los tres mil mdp, presupuesto 55 por ciento inferior al de 2020. El presupuesto del Gobierno Federal para 2021 no considera ningún programa de apoyo a la vivienda.

Es importante considerar el carácter electorero del proyecto de presupuesto, pues el 36.4 por ciento del gasto en los ramos administrativos, se destinará a los programas del Presidente: 135 mil mdp para las Personas Adultas Mayores. “La pensión para el Bienestar de los Adultos Mayores consiste en un apoyo económico de dos mil 550 pesos cada dos meses”; es decir, cada adulto mayor recibirá al año 15 mil 300 pesos, por tanto, tendrá 8.8 millones de adultos mayores que, como en la Ciudad de México, podrían convertirse en votantes de Morena en 2021, al igual que sus hijos y nietos. En la misma dirección están orientadas las becas escolares para niños y jóvenes de nivel básico y superior, programa al que se destinarán 65 mil mdp, mediante la entrega individualizada de 800 pesos mensuales por 10 meses; esos ocho mil pesos llegarán a ocho millones 125 mil alumnos que hoy estudian la preparatoria y el año que entra tendrán 18 años y podrán votar en los comicios de 2021 y también, por supuesto, en 2024. Es decir, estos apoyos tienen un objetivo electoral. El programa de los “ninis”, que podría ser el “estrella” –aunque más bien está “estrellado”, pues la corrupción lo ha plagado y llevado al fracaso– recibirá 20 mil mdp, cifra 50 por ciento menor a la obtenida en 2019 y cuya cuota mensual corresponde a tres mil 348 pesos durante un año y se entrega a 444 mil 681 mil jóvenes, que en lo individual reciben 44 mil 976 pesos anuales. No nos “hagamos”: éstos son más votos o más promotores sin intermediarios del voto para Morena. El programa Sembrando vida recibirá 29 mil mdp, beneficiará a 483 mil 333 personas (votos) mediante la entrega de cinco mil pesos mensuales, es decir, 60 mil pesos al año. Finalmente, se destinarán 15 mil mdp a 980 mil 392 personas con discapacidad que recibirán un apoyo anual de 15 mil 300 pesos. En total, las personas beneficiadas suman 18 millones 883 mil 406, es decir, cerca de 20 millones de personas o familias, que podrían considerarse el “voto duro” de Morena en la elección de 2021.

Finalmente, el PEF 2021 de Morena o de López Obrador propone que el 77.5 por ciento de los 132.4 mil mdp de la inversión pública sean destinados a los proyectos inútiles del Tren Maya, la refinería de Dos Bocas y el aeropuerto de Santa Lucía, que carecen de estudios de viabilidad económica, técnica y ecológica. Una necedad electorera muy costosa con la que el Presidente “quiere cumplir sus compromisos de campaña”.

La nación debe ver en el presupuesto 2021 no un proyecto de país, sino la dilapidación de recursos de manera discrecional con fines electoreros y, asimismo, aprender a distinguir que lo que le darán no es un favor, sino recursos financieros que el gobierno de López Obrador recabó previamente vía el cobro de impuestos. Así que los ciudadanos no deben confundirse. Hagámosle como en la campaña del compañero biólogo Jesús Tolentino, cuando le decíamos a la gente: “compañero vecino, no pierdas el tino, agarra lo que te den y vota por Tolentino”. ¡Morena no debe ganar el Congreso! ¡El pueblo debe evitarlo! ¡No a un #PresupuestoEconómicoElectorero


Escrito por Brasil Acosta Peña

Doctor en Economía por El Colegio de México, con estancia en investigación en la Universidad de Princeton. Fue catedrático en el CIDE.


Notas relacionadas