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Serguei Bondarchuk fue de los pocos cineastas soviéticos en ser galardonados por la Academia de ciencias Cinematográficas de Estados Unidos. En 1968, la cinta Guerra y paz (basada en la novela homónima de León Tolstoi) recibió el premio Oscar como mejor película de habla no inglesa. Bondarchuk no era ruso, sino ucraniano, pero siempre se consideró un ciudadano soviético (aunque nació en Kherson, Ucrania, su padre tenía raíces búlgaras y su madre, serbias). También se destacó como actor y participó como tal en varias cintas en las que fue el director (destacadamente en Guerra y paz y en Ellos lucharon por la patria, cinta basada en la novela homónima de Mijail Shólojov).
Bondarchuk es un representante del realismo soviético y hoy día es poco recordado. Sin embargo, a la luz de los acontecimientos recientes en Europa que han provocado un aceleramiento del conflicto entre el imperialismo norteamericano y la Federación rusa, conflicto provocado por el afán de Estados Unidos de Norteamérica de seguir ejerciendo la dictadura mundial sobre todos los países del orbe y de la defensa decidida, valiente e inteligente que ha dado el gobierno ruso, encabezado por Vladímir Putin por mantener su soberanía y su histórico estatus como nación que jamás ha podido ser dominada por ninguna potencia extranjera. Esta lucha de la Federación rusa es de enorme trascendencia para el futuro de la humanidad, dado que ahí se está dirimiendo si prevalece el mundo “unipolar”, el mundo donde el “gendarme del mundo” sigue sometiendo a la mayoría de países del planeta, o si se desarrolla un “mundo multipolar” en el que existiría un verdadero “concierto de las naciones”, un mundo donde no prevalecería la hegemonía económica política y militar de la superpotencia, la cual para lograr ese sometimiento y lograr la extracción descomunal de recursos naturales y de plusvalía, ha provocado la muerte de millones de seres humanos con sus invasiones, bombardeos, “revoluciones de colores” y con la aplicación de su “teoría del caos”.
La guerra entre el Estado ruso y el esquirol de Estados Unidos (Ucrania) en el fondo es una continuación del conflicto entre el país euroasiático y Occidente. Hitler no pudo acabar con la URSS y la actual alianza entre las potencias capitalistas y la potencia norteamericana, al igual que Hitler, quieren desmembrar a Rusia para apropiarse de los inmensos recursos naturales del país más grande del planeta.
Para entender lo que pasa en el mundo en estos momentos es necesario recordar lo que ocurrió en la Segunda Guerra Mundial, entender sobre todo cómo se ha desarrollado ese conflicto entre Rusia y Occidente. En ese sentido hay dos obras artísticas de alto nivel estético que nos brindan una mirada profunda de lo que aconteció en esa fase del conflicto de Occidente con Rusia. Una es la novela del afamado escritor soviético Mijail Shólojov, Ellos lucharon por la patria y la obra cinematográfica homónima, basada en la novela, de Serguei Bondarchuk.
Tanto Shólojov como Bondarchuk fueron artistas comprometidos con la lucha de la Unión Soviética en contra del nazismo y comprometidos por un mundo que reparta mejor la riqueza social, un mundo mejor; ambos de origen campesino y premiados por diversas instituciones soviéticas por sus aportaciones al arte ruso.
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Escrito por Cousteau
COLUMNISTA