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Josep Bartolí (1910- 1995) fue un dibujante y pintor nacido en Barcelona. Durante su vida tuvo una participación política muy activa. Fundó un sindicato de dibujantes y fue militante de partidos de izquierda, que lo llevó a participar con éstos en la Guerra Civil Española. A finales de ésta, cuando ya se veía venir la derrota de los republicanos, se refugió en Francia junto a otros exiliados españoles. El gobierno de este país los puso en campos de concentración y por cerca de dos años vagó de uno a otro; ahí conoció a todo tipo de personas y se reencontró con viejas amistades de las más variadas posturas ideológicas, pero que tenían como denominador común su odio al franquismo.
Uno de los trabajos más destacados de Bartolí son sus dibujos, de una crudeza tal que pueden ser tomados por fieles documentos de los principales problemas sociales de su época. En gran parte de estas obras está descrita la realidad de los campos de concentración, sus condiciones físicas y los problemas de convivencia de quienes ahí se encontraban. Por ello, sus dibujos sirven como referencia para una reflexión profunda sobre los problemas que siempre conllevan los intentos de acomodar los intereses de una o pocas personas a los de una nación.
Bartolí fue más cercano al anarquismo que al comunismo, pero su labor en la vida política antes y después del exilio siempre fue activamente solidaria con la clase oprimida.
Después de varios intentos de fuga de los campos de concentración, logró llegar a México, donde contactó a los artistas de izquierda que, por ese tiempo, estaban muy activos. Diego Rivera y Frida Kahlo marcaron su paso por México.
Pasó la última etapa de su vida en Estados Unidos; nunca regresó de manera definitiva a Europa y su legado en el ámbito artístico se olvidó paulatinamente. Su sobrino Georges Bartolí, con fotografías suyas y con ayuda del relato de Laurence García, publicó un libro con varios de sus dibujos titulado La retirada: éxodo y exilio de los republicanos españoles, que intenta rescatar su memoria y difundir ante el mundo el trabajo crítico que hizo Josep.
Georges explica, en una entrevista, que este libro es necesario por el sorprendente olvido que existe, tanto en España como en Francia, de uno de los episodios con mayor influencia en la vida de ambas naciones del Siglo XX. Recordar el pasado es ayudar a la crítica del presente. No hay que olvidar, según sus palabras, que la monarquía que aún existe en España, aunque diferente, es heredera directa de las políticas de Francisco Franco y que aún hay enorme apoyo a la España fascista. Por ello es necesario remover el pasado, esclarecer las causas que dieron motivo a las disputas históricas y dar la batalla desde cualquier trinchera contra las ideologías que promueven los intereses de los dueños del capital. En parte, estos intereses que aún juegan en España y el mundo, son los que mantienen ocultas las críticas más feroces a sus políticas, como es el legado de Josep Bartolí a través de sus pinturas y dibujos.
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Escrito por Alan Luna
Maestro en Filosofía por la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM).