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Doce meses que cambiaron al mundo, de Larry Lesueur (I de II)
La obra reseña cómo el Ejército Rojo y el pueblo ruso derrotaron a los ejércitos que el gobierno de Adolfo Hitler ordenó en 1941-1942 para destruir el primer ensayo de socialismo en Occidente.
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En este libro, Laurence Lesueur reseña cómo el Ejército Rojo y el pueblo de Rusia, entonces gobernado por el Partido Comunista de la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas, derrotaron a los poderosos ejércitos que el gobierno de Adolfo Hitler ordenó en 1941-1942 para destruir el primer ensayo de socialismo en Occidente, “hacer más grande a Alemania” y crear un “nuevo orden en Europa”. En ese periodo, Lesueur (Nueva York, 1909-Washington, 2003), fue corresponsal de la cadena radiofónica Columbia Broadcasting System (CBS) en Moscú y testigo cercano de las operaciones militares, laborales y sociales que las autoridades soviéticas realizaron en defensa de su país.

La objetividad periodística y la sensibilidad humana son las principales virtudes de esta crónica escrita un año después de que su autor estuvo en la URSS, a donde llegó con muchos prejuicios ideológicos y a la que abandonó con una visión distinta: “Tres fueron los factores que contribuyeron a la derrota de los alemanes: la superior estrategia de los rusos, la geografía y la suprema devoción del soldado soviético”. En otro párrafo, Lesueur resumió así la trascendencia histórica del revés nazi en Rusia: “Si no hubiera sido por Leningrado, Sebastopol, Moscú y Stalingrado, los ejércitos del Eje controlarían toda Europa, África y el Medio Oriente, al mismo tiempo que la parte más valiosa de Asia. El nuevo mundo sería sometido al Nuevo”.

Entre las grandes proezas del pueblo soviético se destaca el traslado previo de centenares de empresas industriales militares y básicas (1940) hacia los Urales, colindante con Siberia –con sus trabajadores–, de Lituania, Estonia, Letonia, Leningrado y Moscú en mil 800 vagones de ferrocarril para cuidarlos de las hordas del Partido Nacional Socialista (Nazi). Ya ubicadas provisionalmente en poblaciones de esa parte de la Rusia europea –entre ellas Kuibishev (Samara)– las fábricas eran llamadas por la gente “ciudades-hongo”.

Las reseñas de Lesueur son detalladas y apoyadas con estadísticas, como es el caso de las principales batallas. Del sitio de Moscú, por ejemplo, informa que Alemania lanzó 184 divisiones de infantería, tres mil tanques Panzer, 45 mil camiones, nueve divisiones motorizadas y 500 aviones. Primero atacó en junio de 1941, luego en octubre y en mayo de 1942; y realizó un tercero con gases venenosos. El 12 diciembre, los nazis fueron derrotados, tuvieron 200 mil bajas, 85 mil fatales, la mayoría jóvenes de 19 y 23 años. El 22 de diciembre, Hitler destituyó al jefe máximo del ejército alemán y anunció que tomaría el supremo mando armado.

En Sebastopol, ciudad cercana a Crimea, puerto ruso estratégico en el Mar Negro, los nazis habilitaron 300 mil soldados, 400 tanques y 900 aviones, pero en solo medio año (1942) tuvieron 150 mil bajas, 60 mil mortales. En Stalingrado (Tsaritsin), tomada el 17 de septiembre tras su destrucción total con dos mil bombardeos diarios, los nazis perdieron otros 200 mil soldados y el Ejército Rojo la recuperó en mayo de 1943.


Escrito por Ángel Trejo Raygadas

Periodista cultural


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