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La vida y hechos más notables del ilustre senador mexicano están reseñados en un pequeño libro en el que su autor –poeta, narrador, dramaturgo y ensayista nacido en la Ciudad de México en 1954– imagina con él una entrevista póstuma cuyo contenido está apoyado en amplias investigaciones bibliográficas sobre la historia de México. El “diálogo” entre Domínguez y Quirarte es ameno, ágil y directo, pero además aporta informaciones poco conocidas tanto del entrevistado como del otro protagonista central en el episodio del que resultó víctima mortal en1913 (a manos del dictador militar Victoriano Huerta), quien contribuyó a convertirlo en uno de los más señeros luchadores por la libertad de expresión en México.
En el texto de Quirarte –que formó parte de la serie Charlas de café con… integrada con textos del género “ficción histórica” que la editorial Grijalbo publicó en el periodo 2008-2010– don Belisario “recuerda” que fue nieto de un político liberal que en 1824 participó en la decisión de incorporar Chiapas a la federación mexicana; que su padre luchó en la Guerra de Reforma (1858-1863) y que gracias a la buena posición económica de su familia estudió medicina en París, Francia. Confirma asimismo que en cierta ocasión regaló a un mendigo un saco de lana inglesa que le había tejido y regalado su casera y que en sus ratos libres asistió a reuniones de la juventud comunista parisina.
Por ello la herencia liberal del joven Belisario Domínguez (nacido en 1863 en Comitán y asesinado arteramente en octubre de 1913 en la Ciudad de México) evolucionó a socialdemócrata, avance ostensible en sus textos políticos publicados en los pasquines Chiapas (1903) –dedicado a denunciar los atropellos del gobernador porfiriano de su estado– y El Vate (1904), aplicado a criticar los excesos del Porfiriato y cuyo nombre formó con las iniciales de los conceptos virtud, alegría, trabajo y estoicismo. Ambas hojas fueron editadas en la capital de la República con la influencia de Regeneración, el periódico del Partido Liberal Mexicano.
La aventajada ideología de Domínguez alcanzó el más alto nivel en sus discursos de oposición parlamentaria contra la usurpación militar de Huerta en la Presidencia de la República y, asimismo, en las numerosas cartas que desde París envió a sus familiares y a su novia adolescente Delfina Zebadúa Palencia, quien fue su esposa a partir de 1890. De su retorno a Comitán en 1890 –en París vivió 10 años (1879-1889)– Domínguez “dice” a Quirarte:
“Lo que no había cambiado era Comitán. La misma ignorancia, la misma insalubridad, el mismo abuso del poderoso con el desposeído. La anhelada paz y la institucionalidad, que Porfirio Díaz había logrado establecer y mantener con mano férrea, no iba de la mano, por desgracia, con las libertades políticas y el progreso igualitario. El estado de Chiapas continuaba estando lejos de todo y los gobernadores se habían sucedido acumulando riquezas y privilegios”.
Escrito por Ángel Trejo Raygadas
Periodista cultural