En 1905, publicó su primer libro de poesía, Anhelo. Pronto regresó a su pueblo como maestro suplente de la escuelita local, sin embargo, su espíritu rebelde lo hizo relacionarse con un caso de huelga ocurrido en la escuela y fue expulsado. Se trasladó a Otaru, un puerto en el extremo norte de Japón, donde vivió algunas épocas como vagabundo y esta experiencia le dio una idea más concreta acerca del objetivo de su arte. Acosado constantemente por la pobreza y la miseria, llegó a identificarse como “socialista” en los últimos años de su vida. Falleció el 13 de abril de 1912.
TANKAS
En una isla del Mar del Este
sobre la arena blanca de la playa
cansado de tanto llorar
me entretengo con un cangrejo.
*
Por tu mejilla resbalaba una lágrima.
Sin secarla, me mostrabas un puñado de arena.
¡Imposible olvidarla!
*
Esta duna
que la tormenta de una noche
construyó;
¿tumba de quién será?
*
Echado de bruces en la arena
hoy revivo aquel dolor
del primer amor.
*
¡Ay, el silencio de muerte
de la arena
que se cuela entre mis dedos!
*
Por juego, cargué a mi madre en la espalda
sin poder contener el llanto
ni avanzar más de tres pasos
¡pesaba tan poco!
*
La arena se encoge al chupar mis lágrimas;
¡qué cosa tan pesada una lágrima!
Cien veces escribo en la arena la letra dai
y regreso a casa dejando
la idea de suicidarme.
*
Salí huyendo:
quería llorar a solas
frente al vasto mar
por siete u ocho días.
*
Lágrimas, lágrimas
¡Extraño!
Lavan mi corazón
y siento ganas de bromear.
Sin decir nada
Espío en derredor
e intento hablar con un tronco
que el mar lanzó a las dunas.
*
Un infeliz
atrapado cada noche
en el ómnibus repleto de gente.
*
Música
el antiguo sueño de mi mujer
que ya no canta.
*
Le descubrí el pecho
como hace un amigo.
Y me di cuenta que no me entendía.
Seguí mi camino.
*
El candil de siempre
me traía harto.
Conque tres días
estuve usando vela,
y me gustó el cambio.
*
Un falso bostezo, el sueño fingiendo
tretas para esconder
mi pensamiento.
iPobre mi padre!
Otra vez harto del periódico,
juega con una hormiga en el jardín.
*
En la vieja agenda color
vino la hora y el lugar
de aquel encuentro.
*
Realizar un milagro cualquiera
y desaparecer mientras
aún están sorprendidos.
*
El largo corredor del hospital
y el deseo de ir, una vez,
hasta el fin.
*
Mi bigote
torcido hacia abajo
el rostro del tipo que odio últimamente.
*
Cuando respiro, canta mi pecho
más melancólico
que el frío viento invernal.
*
No hay retorno a la primavera
de los 14 años que me llama
con lágrimas en los ojos.
*
Triste el corazón infantil
que no llora si le riñen,
si lo golpean
(también fui así).