A unas horas de dejar su cargo, la fiscal general de justicia de la Ciudad de México, Ernestina Godoy, nombró a su vocero, Ulises Lara López, como encargado de despacho.
Lara López fue nombrado coordinador general de Investigación Territorial, con lo que, de acuerdo a la ley, se convierte en el nuevo fiscal hasta que el Congreso capitalino realice un nuevo nombramiento.
"Esta institución no puede quedar acéfala, por ello quiero informar que he decidió nombrar el doctor Ulises Lara como coordinador general de Investigación Territorial y como lo establece la ley, será quien asuma la suplencia en la titularidad de la Fiscalía", dijo Godoy en su Cuarto Informe de Labores, realizado en el Altar la Patria, en el Bosque de Chapultepec.
El periodo de 4 años de Ernestina Godoy como fiscal general de la CDMX llega a su fin este 9 de enero, tras no alcanzar los votos necesarios en el Congreso capitalino, para su ratificación.
Goody Ramos aseguró que la Fiscalía tiene proyecto y tiene rumbo y advirtió que “no habrá retrocesos, seguirá al lado de las víctimas combatiendo la corrupción”.
Godoy atribuyó el no obtener los 44 votos necesarios para continuar cuatro años más en el cargo a las investigaciones lanzadas por la Fiscalía General de Justicia capitalina en contra de exfuncionarios y políticos panistas por una presunta red de corrupción inmobiliaria en la alcaldía Benito Juárez, así como por la explotación sexual de mujeres realizada por el exlíder del PRI CDMX, Cuauhtémoc Gutiérrez de la Torre.
"No negociamos la ley ni cedimos a presiones de liberar a dirigentes del PRI y del PAN detenidos por explotación sexual de mujeres y delitos relacionados con la corrupción inmobiliaria a cambio de su voto por la ratificación", dijo luego de que el voto en contra de 25 legisladores del PAN, PRI y PRD frenaran el lunes su ratificación.
Declaración que contrasta con los dichos de los diputados de oposición quienes revelaron a Buzos que, en el primer debate, ocurrido el pasado 13 de diciembre se prolongó por más de seis horas luego de que Martí Batres y Martha Ávila estuvieran hablando con las y los diputados tratando de “negociar” cualquier cargo a cambio del voto en favor de Ernestina Godoy.