En estos días, Alemania ha amanecido con bloqueos en vías de acceso y autopistas debido a varias protestas simultáneas del sector agrónomo en contra del gobierno que encabeza el canciller Olaf Scholz, quien anunció en días pasados, la reducción de apoyos a la agricultura.

Las manifestaciones se han concentrado contra el recorte relacionado con el diésel agrícola, incluso en la Puerta de Brandeburgo, Berlín, se colocaron por lo menos medio millar de tractores como acto simbólico del descontento.

En este contexto, el presidente de la Asociación Alemana de Agricultores (DBV), Joachim Rukwied, pidió comprensión a la ciudadanía que ha sido afectada por los bloqueos, asegurando que se trata de “el futuro de nuestras familias… del futuro de nuestro país”.

En respuesta y deslegitimizando el movimiento agrícola, el vicecanciller alemán, Robert Haberck, aseguró que las protestas de los agricultores están siendo instrumentadas por “fuerzas extremistas”: “Circulan llamamientos con fantasías de golpe. Se están formando grupos extremistas, se muestran abiertamente símbolos nacionalistas”.

Por otro lado, y de acuerdo con el corresponsal de Sputnik en Alemania, Víctor Ternovsky, afirma que el estiércol arrojado en el corazón de Berlín y otras ciudades alemanas durante las protestas de los agricultores en ese país, sería el mejor símbolo del resultado de la gestión de Olaf Scholz, el canciller más impopular en la historia de la Alemania reunificada.