Especialistas en ciencias económicas y contables, en finanzas, derecho laboral, sociólogos, así como agrupaciones civiles afirman que las expectativas económicas para México en 2024 están muy lejos de ser las deseables. Comienzan el nuevo año y la temible cuesta de enero que cada año sufrimos la mayoría de los mexicanos; y el Reporte Especial de buzos ha consultado la opinión de varios de estos especialistas que hablan de lo que se espera en el plazo inmediato.

Acerca del crecimiento de la economía nacional y su más importante indicador, el Producto Interno Bruto (PIB), se estima que será de 2.1 por ciento, muy distinto a la expectativa del gobierno, que seguramente sigue esperando un tres por ciento. Éste es, quizás, el pronóstico más importante, porque afectará a toda la población, pero en primer lugar a los trabajadores, que constituyen la inmensa mayoría; el descenso o el estancamiento de la economía afectará gravemente al empleo y, en consecuencia, a los ingresos; también subirán los precios de todos los artículos, pero sobre todo de los alimentos, cuando los empresarios producen menos no es precisamente para bajar los precios.

Otro tema económico relevante es la tendencia inflacionaria; durante todo el sexenio, los precios se elevaron sin parar; todas las medidas implementadas por la 4T fueron ilusorias. En 2023 continuó el alza de los precios y, de octubre a la fecha, la inflación fue superior al cuatro por ciento y en el caso de los alimentos alcanza ya el cinco por ciento, mientras la meta del gobierno para 2024 era un tres por ciento como punto máximo.

Pero hay más pronósticos alarmantes en la opinión de los especialistas que, al hacer un análisis del presupuesto y de las finanzas públicos señalan que lo destinado a los programas sociales, en el rubro de “desarrollo social”, abarca más de tres de los nueve billones del Presupuesto de Egresos de la Federación (PEF 2024), situación que puede traer problemas graves al Estado.

Mientras se aplica esta política de reparto de dinero público en efectivo, que representa un gasto exorbitante, se profundizan los recortes presupuestales, desaparecen más subsidios y se reduce el presupuesto de los órganos autónomos. Esto es lo que dejará la 4T al nuevo gobierno.

En los cuatro últimos sexenios (incluido el actual), el gobierno saliente ha destinado a las entidades federativas un monto mayor que su antecesor; esta vez, las participaciones federales serán uno por ciento menores. Esto es preocupante porque pueden presentarse cuestionamientos que afecten la relación de las entidades con el Gobierno Federal, es decir, inconformidades en el Pacto Fiscal.

En resumen: 2024 tiene como perspectivas decremento de la economía, que afectará a todos los mexicanos; inflación, que afectará a los mexicanos más pobres; recortes, que afectarán a las entidades federativas; y una política de gasto exorbitante en programas sociales que traerá problemas al sucesor del gobierno que instauró tal política.