A través de un comunicado, la Arquidiócesis de México consideró que dicha situación se debe a la falta de una gestión adecuada para atender a las personas provenientes de otras naciones, ya que terminan en aseguramientos y devueltos a sus países de origen a pesar de estar en situación de calle.
Actualmente, los albergues de la sociedad civil y de organizaciones religiosas en todos los estados de la República, se encuentran rebasados en su capacidad de atención, por lo que llamó a las autoridades federales y locales a establecer mesas de diálogo con los afectados y buscar una solución efectiva.
También señaló que los crecientes números de operativos de aseguramiento de migrantes en diferentes estados, incluida la Ciudad de México (una “Ciudad Santuario”, según su Constitución) son la vía incorrecta para detener o disminuir la afluencia de personas en diferentes puntos de México.
“Expresamos preocupación ante las acciones de desalojos forzados, traslados a estaciones migratorias y deportaciones a los estados del sur de México y solicitamos las mejores gestiones para dar soluciones reales, duraderas e integrales”, reiteró.
En ese sentido, la Iglesia hizo un llamado a atender la recomendación del Papa Francisco, de adoptar programas de patrocinio privado y comunitario, abrir corredores humanitarios para los refugiados más vulnerables, ofrecer un alojamiento adecuado y decoroso, garantizar la seguridad personal y el acceso a los servicios básicos.