Fisuras y fracturas en columnas de concreto; separación excesiva de trabes; corrosión; agrietamientos; luminarias que no funcionen; vibraciones excesivas y desplazamientos entre estructuras, son sólo algunos de los daños identificados en las líneas 4 y 9 del Metro por expertos del consorcio IUYET, contratados por el mismo Sistema de Transporte Colectivo (STC).
La asociación civil Mexicanos Contra la Corrupción y la Impunidad (MCCI) informó que tuvo acceso “a miles de documentos con diagnósticos que reflejan las condiciones de alerta que enfrentan las líneas 4 y 9 del Metro de la Ciudad de México, ambas construidas con viaductos elevados al igual que la Línea 12, y cuyo tramo entre Olivos y Tezonco colapsó en mayo de 2021, dejando una veintena de personas muertas”.
De acuerdo con los informes de Revisión Estructural, en el tramo elevado de la Línea 9 del Metro, que corre de Pantitlán a Tacubaya, hay luminarias que no funcionan y que deberían alumbrar el paso del convoy; además, alerta que la afectación de hundimientos va de Pantitlán a Velódromo en mayor o menor medida.
Mientras tanto, en la Línea 4 existen problemas relacionadas con la separación “excesiva” de trabes, las varillas oxidadas se asoman entre las fisuras y fracturas de las columnas que sostienen el viaducto elevado y las cuales se encuentran deterioradas por la humedad y los años; cabe recordar que los vagones corren a lo largo de 10.7 kilómetros desde el 29 de agosto de 1981 de Santa Anita a Martín Carrera.
Uno de los documentos a los que tuvo acceso MCCI está fechado en agosto 2022 y reconoce que en el tramo Talismán-Candelaria existe una irregularidad: “pareciera que las zapatas de las columnas están emergiendo, esto ocurre debido a la subsidencia que presenta el Valle de México, donde las velocidades de hundimiento oscilan entre los 3 y 25 centímetros”.
La organización destacó que de acuerdo con los diagnósticos: “en ambas líneas se detectaron vibraciones “excesivas”, desplazamientos entre las estructuras, así como desfases entre estación y andén, fisuras en concreto, desniveles y escaleras que en el momento del peritaje estaban descompuestas, incluso algunas ya presentaban deformaciones… Las Instalaciones del Metro ya no pueden ocultar el paso del tiempo, ni tampoco que sus autoridades las han dejado a su suerte”.
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