Nació en Beirut, Líbano en 1979. Es una periodista, poetisa y activista de los Derechos Humanos nacida de ascendencia palestina. Fue elegida representante de Palestina en las Olimpiadas de 2012 en el Centro de Poetas de la Ribera Sur.
Pertenece la tercera generación de refugiados palestinos de su familia. En 1892, cuando comenzó la invasión de Israel en el sur del Líbano para expulsar a la Organización para la Liberación de Palestina, su familia optó por emigrar por varios años, aunque fueron deportados por no tener calidad de refugiados. Terminaron asentándose en Canadá, donde concluyó sus estudios hasta su doctorado en Ciencia Política en la Universidad de York.
A pesar de nunca haber visitado su tierra, la poesía que realiza en torno a Palestina refleja la pasión y apego que tiene por su cultura y su causa política; la mayoría de sus poemas reflejan el sufrimiento que viven los palestinos desde que el Estado de Israel ocupa ilegalmente su territorio.
Saltó a la fama con el poema Nosotros enseñamos vida, señor, durante la operación Plomo Fundido, entre diciembre de 2008 y enero de 2009.
Hoy,
mi cuerpo
fue una masacre televisiva.
Hoy,
mi cuerpo
fue una masacre televisiva,
que tuvo que adaptarse
a clips de sonido
y limitación de palabras.
Hoy,
mi cuerpo
fue una masacre televisiva,
que tuvo que adaptarse
a clips de sonido
y limitación de palabras,
lo suficientemente
rellenadas con estadísticas,
contadores, medidas, respuestas,
para las que he tenido
que perfeccionar mi inglés
y he aprendido mis resoluciones
de las Naciones Unidas;
pero aun así,
él me ha preguntado:
Srta. Ziadah,
¿No piensa que todo se arreglaría
si dejasen de enseñar tanto odio a sus niños?”.
Pausa.
Busqué dentro de mí la fortaleza
para ser paciente,
pero la paciencia
no está en la punta de mi lengua
mientras las bombas
caen sobre Gaza,
la paciencia simplemente
se ha escapado de mí.
Pausa.
Sonrío.
Nosotros enseñamos vida, señor.
Raffeef
recuerda sonreír.
Pausa.
Nosotros enseñamos vida, señor.
Nosotros, los palestinos,
enseñamos vida
después de que ellos
hayan ocupado el último cielo.
Nosotros
enseñamos vida
después de que ellos
hayan construido sus asentamientos
y sus muros del Apartheid,
después del último cielo.
Nosotros enseñamos vida, señor.
Pero hoy,
mi cuerpo
fue una masacre televisiva
fabricada para adaptarse
a clips de sonido
y limitación de palabras.
Pero, danos tan sólo
una historia,
una historia humana;
sabes,
esto no es política,
nosotros tan sólo queremos
hablarle a la gente sobre ti y tu gente;
así que, danos
una historia humana,
no menciones las palabras
Apartheid y ocupación,
esto no es política;
tienes que ayudarme,
como periodista,
a ayudarte a contar tu historia,
la cual no es una historia política.
Hoy,
mi cuerpo
fue una masacre televisiva
¿qué hay si nos das la historia
de una mujer en Gaza
que necesita medicación?
¿Qué hay acerca de ti?
¿Tienes “los huesos
suficientemente rotos”
para cubrir a su hijo,
entregarme a tu muerto,
y dame la lista de sus nombres
en un límite de 1200 palabras?
Hoy,
mi cuerpo
fue una masacre televisiva
fabricada para adaptarse
a clips de sonido
y limitación de palabras
y movido por aquellos insensibles
a la sangre de terroristas.
Pero ellos lo sienten.
Lo sienten
por el asedio sobre Gaza.
así que les di las resoluciones
de las Naciones Unidas,
y las estadísticas,
y lo condenamos,
y lo lamentamos,
y lo rechazamos.
éstos no son dos bandos iguales:
ocupante y ocupado,
y un centenar de muertos,
dos centenares de muertos,
y un millar de muertos
y entre medio
de este crimen de guerra y masacre,
he construido palabras
y una sonrisa no exótica,
sonrisa no terrorista,
y conté y reconté,
un centenar de muertos,
dos centenares de muertos,
un millar de muertos,
¿hay alguien ahí afuera?,
¿habrá alguien que escuche?
Desearía poder plañir
sobre sus cuerpos,
desearía simplemente
poder correr allí,
a cada campo de refugiados
y sostener a cada niño,
taparles los oídos
para que no tuvieran que escuchar
el sonido de las bombas
por el resto de sus vidas,
como yo hago.
Hoy,
mi cuerpo
fue una masacre televisiva,
y déjenme decir:
que no hay nada
que sus resoluciones
de las Naciones Unidas
hayan hecho jamás
sobre esto.
Y ningún clip de sonido,
ningún clip de sonido
que haga,
no importa cuán buen inglés tenga,
ningún clip de sonido
ningún clip de sonido
ningún clip de sonido
ningún clip de sonido
les devolverá a la vida,
ningún clip de sonido
arreglará esto.
Nosotros enseñamos vida, señor
nosotros enseñamos vida, señor
nosotros, los palestinos,
nos levantamos cada mañana
para enseñarle al resto del mundo
vida, señor.