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México está catalogado como uno de los países más peligrosos del mundo para el ejercicio del periodismo, ubicándose entre naciones como Siria, Pakistán y Afganistán; desde el año 2000, la organización independiente Artículo 19 ha documentado 162 asesinatos de periodistas por ejercer su profesión; de ellos 42 se han registrado en la administración del presidente Andrés Manuel López Obrador.

Ante ello, el Partido de Acción Nacional (PAN) exigió, en el Congreso de la Ciudad de México, a la Secretaría de Gobernación (SEGOB) que refuerce o en su caso rediseñe los mecanismos de protección para periodistas.

El coordinador de la bancada panista en el Congreso del blanquiazul, Federico Döring Casar y la diputada local también del PAN, Ana Villagrán, coincidieron en que “la integridad de quienes ejercer esta profesión, se ha visto amenazada por el crimen organizado e incluso, por actores políticos o gobernantes que no toleran la crítica”.

Tal es el caso de la presunta amenaza que recibió la periodista Lourdes Mendoza por parte del hijo mayor del presidente José Ramón López Beltrán, quien, tras ser exhibido en redes sociales por su asistencia al evento del Gran Premio de México, advirtió a la profesional de la comunicación que “debería preocuparse más por su mísera integridad”.

A este suceso, los legisladores sumaron el vandalismo, la amenaza y el robo que sufrió Rafael Loret de Mola, padre del periodista Carlos Loret de Mola: “se llevaron un celular y una laptop; a cambio dejaron un papel con una amenaza en el que se leen las iniciales “AMLO”, acompañado por un cuchillo atravesado…”.

Finalmente, reiteraron el llamado a la SEGOB para que modifique los esquemas de protección a periodistas: “ya deben parar este tipo de ataques a las voces críticas y la censura con violencia a quienes opinan distinto al régimen que encabeza MORENA en México; los del gremio se sienten cada vez más vulnerables a ser víctima de algún atentado”.