Estilos de vida poco saludables como el sedentarismo; enfermedades vasculares y metabólicos como la diabetes y la hipertensión; el aislamiento social; el estrés y el cambio de sustancias químicas conocidas como neurotransmisores; son solo algunas de las causas identificadas que provocan el envejecimiento cerebral.
Con el envejecimiento del cerebro, también se desencadenan problemas como bajo rendimiento intelectual, disminución del tiempo de reacción y capacidad para desarrollar determinadas tareas y se deteriora tanto la memoria como las habilidades verbales.
La Organización Mundial de la Salud calcula que entre 2015 y 2050, el 22 por ciento de la población mayor de 60 años sufrirá una condición mental. Por su parte, la Organización Panamericana de la Salud (OPS) refiere que, en América Latina, el 68 por ciento de las mujeres estarán más propensas a padecer demencia que los hombres.
La reprogramación celular es un proyecto de investigación científica que busca ralentizar el deterioro cerebral. Está a cargo de expertos de la universidad de Harvard, quienes después de 13 años de experimentaciones, lograron duplicar la vida que les quedaba a ratones “viejos”.
Para hacer frente a esta situación, la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) recomienda incluir la ingesta en la alimentación del té verde, vino tinto, cacahuates y leguminosas, ya que contienen un potente antioxidante llamado resveratrol; además de precursores de neurotransmisores como el triptófano y la colina.
“Hablamos de la acetilcolina (presente en el hígado de res, huevos, pavo, pollo, garbanzos, frijoles, nueces, avena y bacalao, entre otros). No solo fue el primer neurotransmisor que se descubrió, sino que este químico que nuestro cerebro produce a partir del azúcar y de la colina tiene la tarea de actuar como mensajero dentro de las neuronas, regular la tensión, optimizar la memoria, favorecer la comunicación y además ayuda a asimilar nueva información, entre muchas otras funciones”, refiere especialistas de la máxima casa de estudios.
Además de cuidar la alimentación, especialistas de la salud recomiendan la estimulación mental a través de la lectura, juegos de memoria, participar en actividades desafiantes intelectualmente y aprender a desarrollar otras habilidades. Asimismo, sugieren que se realice actividad física de manera regular para mejorar la circulación sanguínea y reducir el riesgo de enfermedades cardiovasculares, que son perjudiciales para el cerebro.