Las aguas negras de la Ciudad de México salen con destino a los distritos de riego ubicados en el norte de la capital del país y en el Río Tula, en Hidalgo, conocido como "El Río de la Venganza", donde riegan campos que abastecen la Central de Abasto de la capital, aseguran expertos de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM).
Los especialistas advierten que casi toda el agua desechada en las metrópolis termina en la agricultura. Aunque esta práctica permite cierto grado de reúso, consideran que resulta insuficiente.
Señalan que el agua residual podría emplearse en espacios públicos como parques y jardines; también en la atención de emergencias, como incendios forestales.
Proponen su uso en labores de limpieza urbana, tanto en calles como en zonas comerciales. Mencionan, además, su aplicación en el lavado de automóviles, cristales de edificios de gran altura, sistemas de refrigeración industrial, alimentación de calderas y procesos dentro del sector manufacturero.
Además, aseguran que las aguas negras ofrecen beneficios cuando se destinan a la agricultura, a la creación de humedales y a la regulación de cauces y acuíferos con fines ambientales.
A pesar de ciertas iniciativas dirigidas a fomentar el reúso del agua, los expertos destacaron que no existen políticas públicas firmes a nivel nacional que exijan estas prácticas.