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Las barreras comerciales y la guerra arancelaria impulsada por el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ya están encareciendo los alimentos a nivel global, advirtió Álvaro Lario, presidente del Fondo Internacional de Desarrollo Agrícola (FIDA), organismo dependiente de las Naciones Unidas.
De acuerdo con el responsable del Fondo, los efectos de esta guerra de aranceles ya se perciben en productos como el cacao o el café. Señaló que estas consecuencias podrán observarse al corto y mediano plazo, pues aún no se tiene claro durante cuánto tiempo se mantendrán las tensiones comerciales, lo que provocará una “repercusión en las cadenas de valor y en la planificación de estas inversiones”.
México, añadió, se encuentra especialmente expuesto a este fenómeno inflacionario, al enfrentar aranceles de hasta 17 por ciento sobre el jitomate, además de una posible imposición de un nuevo gravamen del 30 por ciento a productos mexicanos a partir del 1 de agosto.
En este sentido, informó que ha sostenido reuniones con los titulares de las secretarías de Medio Ambiente y Agricultura, pues el gobierno mexicano mantiene especial atención sobre las nuevas medidas arancelarias y sus posibles impactos en los pequeños productores rurales.
Frente a este panorama, reiteró el compromiso del FIDA con México para seguir invirtiendo en proyectos que impulsen el desarrollo rural, la autosuficiencia y la soberanía alimentaria.
Como ejemplo, mencionó el proyecto Cuenca de las Balsas, ejecutado en colaboración con la Comisión Nacional Forestal (Conafor), que ha beneficiado a ocho entidades, entre ellas Guerrero, Michoacán y Oaxaca, mediante un modelo de pago por servicios ambientales y conservación que también genera ingresos para las comunidades.
Asimismo, destacó la operación del programa Agribiomex, desarrollado junto con la Secretaría de Agricultura, cuyo objetivo es conservar la biodiversidad y fomentar una producción agropecuaria sostenible.
Finalmente, subrayó que, ante el complejo escenario comercial, la inversión del FIDA en México podría enfocarse en fortalecer la infraestructura de almacenamiento, movilidad y transporte, así como en una mejor focalización de recursos hacia el sector rural.