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Este viernes 18 de julio, una explosión en el centro de entrenamiento Biscailuz del Departamento del Sheriff de Los Ángeles, California, provocó la muerte de al menos tres personas y dejó otras tres heridas.

El incidente, ocurrido por la mañana, fue calificado como un “terrible suceso” por la fiscal general de Estados Unidos, Pam Bondi, a través de sus redes sociales. La zona fue acordonada por unidades de patrullas y vigilada desde el aire por helicópteros, mientras se iniciaron las investigaciones correspondientes.

La oficina de prensa del gobernador de California, Gavin Newsom, confirmó que el estallido tuvo lugar en el centro de operaciones especiales del Sheriff, ubicado en el este de Los Ángeles y señaló que se ha ofrecido apoyo estatal para atender la emergencia.

Elementos del FBI y del Departamento de Alcohol, Tabaco, Armas de Fuego y Explosivos (ATF) fueron desplegados para colaborar en las pesquisas. Aunque la causa de la explosión no ha sido confirmada oficialmente, fuentes citadas por medios locales indican que el estallido ocurrió en el estacionamiento del centro, donde se manejan materiales explosivos.