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El pasado lunes 7 de julio, Katz declaró a la prensa local que quería establecer una “ciudad humanitaria” sobre las ruinas de la ciudad de Rafah, la cual alojaría de manera inicial a 600 mil palestinos que han estado viviendo en el área de Mawasi. 

El asentamiento estaría bajo el control de Fuerzas de Defensa del Estado de Isael y una vez allí los habitantes no tendrán permitido salir.  Katz aclaró que el traslado se llevará a cabo después de que cada palestino sea investigado para evitar el ingreso de miembros del grupo Hamas. 

De acuerdo con declaraciones del ministro de Defensa, organismos internacionales administrarían el lugar, aunque no ha especificado cuales. También apuntó que establecerán puntos para la distribución de ayuda humanitaria. 

Al respecto, Amos Goldber, historiador del Holocausto en la Universidad Hebrea de Jerusalén, dijo al medio The Guardian, que este proyecto no es “ni humanitario ni una ciudad”, debido a que implica el desplazamiento masivo y concentración de una población bajo estricta vigilancia militar. 

“Una ciudad es un lugar donde tienes posibilidades de trabajo, de ganar dinero, de establecer conexiones y la libertad de movimiento", agregó el experto y señaló que “no será un lugar habitable”. 

La Organización de las Naciones Unidas (ONU) advirtió previamente que la deportación o el traslado forzoso de la población civil de un territorio ocupado está estrictamente prohibido por el derecho internacional humanitario y equivale a “una limpieza étnica”.