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Al cierre de junio pasado, la inflación en México se desaceleró, pero acumuló dos meses consecutivos fuera del rango objetivo del Banco de México (Banxico), toda vez que el Índice Nacional de Precios al Consumidor (INPC) experimentó un incremento de 0.28 por ciento mensual y de 4.32 por ciento anual, según cifras del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi).
El dato del sexto mes del año se alineó con las expectativas del mercado, que esperaba una inflación anual de 4.31 por ciento.
Los productos que más se encarecieron fueron la vivienda propia; loncherías, fondas, torterías y taquerías; carne de res y transporte aéreo, mientras que la papaya, el chile serrano y la calabacita disminuyeron sus precios.
Al interior del INPC, el componente subyacente, que excluye los bienes y servicios más volátiles de la economía, reportó un incremento de 4.42 por ciento anual y de 0.39 por ciento mensual, en gran medida por un alza de 0.41 por ciento en el precio de mercancías y de 0.38 por ciento en los servicios.
Por su parte, la inflación no subyacente experimentó una disminución anual de 4.33 por ciento, gracias a una caída de 1.39 por ciento en el precio de frutas y verduras y de 0.30 por ciento en los energéticos.
En tanto, el Índice de Precios al Consumidor de la Canasta de Consumo Mínimo tuvo un alza de 0.28 por ciento mensual y de 4.62 por ciento a tasa anual.