Foto: Cordon Press

Las inundaciones en Texas, provocadas por intensas lluvias de hasta 380 mm entre el 4 y el 7 de julio pasado, causaron la muerte de 104 personas, 84 de ellas en el condado de Kerr, incluyendo a 28 menores.

El río Guadalupe, epicentro de la tragedia, creció rápidamente, arrasando con instalaciones como el Campamento Mystic, espacio cristiano para niñas donde 750 personas se encontraban al momento del desastre. Las aguas alcanzaron las copas de los árboles, destruyendo cabañas y dejando escombros.

Hasta el momento, las autoridades reportan 41 personas desaparecidas. Las labores de rescate, que involucran a más de 400 efectivos, helicópteros y unidades caninas, enfrentan dificultades debido a los terrenos saturados y las lluvias persistentes.

Las autoridades aseguran que el Servicio Meteorológico Nacional (NWS, por sus siglas en inglés) emitió advertencias oportunas; sin embargo, habitantes señalan deficiencias en los sistemas de alerta local, lo que impidió una evacuación oportuna para muchas personas.