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El Banco de México (Banxico) nuevamente decidió recortar su tasa de interés de referencia en 50 puntos base para dejarla en ocho por ciento, un nivel no visto desde 2022, informó este jueves 26 de junio la Junta de Gobierno de la institución.

De acuerdo con la Junta, el recorte fue aprobado por los votos de Victoria Rodríguez Ceja, Galia Borja, José Gabriel y Omar Mejía Castelazo. El subgobernador Jonathan Heath fue el único que se opuso, pues consideró que la tasación debía mantenerse en 8.50 por ciento.

En este contexto, los subgobernadores del banco central indicaron que el recorte responde a que, desde la pasada decisión de política monetaria, el peso mexicano continuó apreciándose, mientras que en abril la actividad económica se expandió moderadamente.

“La Junta de Gobierno juzgó oportuno continuar con la calibración de la postura monetaria. Ello considerando el comportamiento del tipo de cambio, la debilidad de la actividad económica e incluyendo el posible impacto de los cambios de las políticas comerciales a nivel global”, dijo el consenso de banqueros centrales.

Por otra parte, reconocieron que las expectativas de un incremento inflacionario aumentaron, pues el aumento generalizado de precios pasó de 3.93 a 4.51 por ciento en abril. “Los pronósticos de inflación se ajustaron al alza. La reducción de la inflación de los servicios ha sido más gradual y el aumento en la de las mercancías, mayor a lo previsto", explicaron.

Pese a esta nueva previsión, dijeron confiar en que la inflación general llegue a la meta del tres por ciento durante el tercer trimestre de 2026, aunque esto estaría sujeto a riesgos relacionados con depreciación cambiaria, disrupciones por conflictos geopolíticos o políticas comerciales, persistencia de inflación subyacente y afectaciones climáticas.

Asimismo, identificó como riesgos a la baja asuntos relacionados con una menor actividad económica, menor traspaso de aumentos en costos y menores presiones por la reciente apreciación.

"Se considera que el balance de riesgos respecto de la trayectoria prevista para la inflación en el horizonte de pronóstico mantiene un sesgo al alza, si bien este es menos pronunciado que el enfrentado entre 2021 y 2024. Los cambios de política económica por parte de la nueva administración estadounidense han añadido incertidumbre a las previsiones. Sus efectos podrían implicar presiones sobre la inflación en ambos lados del balance", concluyó la Junta.