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James Elder, portavoz del Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF), indicó que actualmente sólo el 40 por ciento de las instalaciones de producción de agua potable siguen funcionando en la Franja de Gaza, es decir, 87 de 217. Agregó que, sin combustible, todas ellas dejarán de funcionar en cuestión de semanas.
Desde el inicio de los ataques a Gaza, el 7 de octubre de 2023, el enclave palestino ha pasado 624 días que no ingresa combustible para abastecer las plantas. Ante lo que Elder condenó que “niños y niñas empezarán a morir de sed pronto”.
Asimismo, declaró: “Negar el combustible no sólo corta el suministro: corta la supervivencia… Gaza se enfrenta a una sequía provocada”.
Datos de la Organización de la Naciones Unidas (ONU) indican que los niños consumen menos de un litro de agua diaria y la malnutrición infantil ha aumentado más del 50 por ciento, con miles de menores en situación crítica.