Con el bombardeo llevado a cabo por Israel contra Irán el 13 de junio y el asesinato de científicos y altos mandos de aquella nación dio comienzo la fase más peligrosa de la guerra imperialista de expansión en Medio Oriente para instaurar el neocolonialismo, apoderarse de sus importantes recursos naturales y convertirlo en un mercado capitalista.
Ha quedado claro para todo el mundo que los ataques no fueron realizados sólo por Israel, sino que se trató de una operación conjunta entre los gobiernos israelí y estadounidense; eso lo demuestran las declaraciones de Donald Trump, quien lanzó nuevas amenazas de exterminar a Irán y un ultimátum a los iraníes que, de no obedecer, serían borrados de la faz de la Tierra; estas declaraciones se reproducen en nuestro Reporte Especial, que esta semana trata el tema de la agresión contra Irán como parte de una guerra expansionista y el peligro en que el imperialismo ha puesto a la humanidad.
El gobierno yanqui no está solo en este plan; Trump habla por todas las potencias de “Occidente”; todas ellas están interesadas en que Medio Oriente se convierta en su colonia, en su mercado. Así se explica la osadía de Israel y la provocación que significa haber bombardeado a Irán, poniendo en guardia a naciones que entienden el peligro que representa la expansión israelí en Medio Oriente como parte de un plan hegemónico mundial.
La escalada comenzó hace mucho tiempo; las guerras del Siglo XX son una muestra de la extrema violencia a que puede llegar “Occidente” para lograr sus fines; la fase más reciente comenzó con la masacre en Palestina y los ataques a Líbano y Siria; hoy se suma el ataque a Irán bajo la falsa acusación de que está por crear armamento nuclear. Hasta el cierre de la presente edición, el gobierno iraní no había dejado de combatir al invasor asesino de su pueblo sin hacer caso a las terribles amenazas de exterminio de Trump. Mientras tanto, en los países contrarios a la hegemonía imperialista crece la indignación y la preocupación de que Israel alcance sus objetivos.
No existía ninguna amenaza nuclear por parte de Irán, afirman expertos e incluso funcionarios estadounidenses; el peligro para la humanidad, entonces, se debe al afán hegemónico de “Occidente” por medio de las agresiones de su títere, el gobierno israelí.