El presidente de Estados Unidos (EE.UU.), Donald Trump, abandonó la Cumbre del G7 celebrada en Canadá el pasado lunes, cancelando una reunión programada con la presidenta de México, Claudia Sheinbaum. 

Al respecto, la Casa Blanca comunicó que la decisión de Trump de retirarse se debió a la necesidad de atender asuntos urgentes relacionados con las tensiones en Medio Oriente, particularmente en torno a las negociaciones sobre el conflicto en curso entre Israel y Palestina, así como las sanciones impuestas a Irán.

Por su parte, la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE) de México informó que la presidenta Sheinbaum continuó con su agenda oficial en la Cumbre, participando en reuniones de alto nivel con líderes como el primer ministro de India, Narendra Modi; el canciller alemán, Friedrich Merz, entre otros.

La cancelación del encuentro, el cual habría sido el primero entre ambos líderes, se produce en un contexto de relaciones bilaterales complejas, debido a  las políticas migratorias de la administración estadounidense y los recientes aranceles impuestos a productos mexicanos, medidas que han generado preocupación en la región.

Medios internacionales apuntaron que la salida de Trump de la Cumbre del G7, un foro clave para la cooperación internacional, subrayó su estilo de liderazgo impredecible y su preferencia por priorizar los intereses de Estados Unidos en asuntos globales, especialmente en Medio Oriente.