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El trabajo infantil en México es una problemática persistente, con implicaciones significativas en el desarrollo social y económico del país; sin embargo, las instituciones encargadas de erradicarlo han sufrido una considerable reducción presupuestal, reveló el Centro de Investigación Económica y Presupuestaria (CIEP).

En México, se considera como trabajo infantil toda actividad económica no permitida por debajo de la edad mínima legal de 15 años, así como los quehaceres domésticos realizados en condiciones inadecuadas o peligrosas para menores de edad.

En este sentido, el CIEP señaló que, según la Encuesta Nacional de Trabajo Infantil, 3.7 millones de niñas, niños y adolescentes (NNA) de entre cinco y 17 años de edad laboran. De este total, tres de cada diez menores no reciben ningún tipo de educación.

Ante este panorama, el Centro explicó que el trabajo infantil en México es un fenómeno influido por múltiples factores estructurales entrelazados en distintos niveles sociales, económicos y culturales.

“Muchas familias de ingresos limitados dependen de la participación económica de sus hijas e hijos para complementar el sustento del hogar. La precariedad laboral de los adultos también contribuye al trabajo infantil, así como la carencia de empleos estables, con seguridad social y salario suficiente”, señaló el CIEP.

Asimismo, identificó que “los gastos asociados a la educación, como materiales, uniformes o transporte, así como la necesidad de apoyar con actividades económicas remuneradas, contribuyen a la deserción escolar y dificultan la permanencia de las infancias en el sistema educativo formal”.

Por ello, consideró que el gasto público destinado a la erradicación del trabajo infantil constituye un elemento clave para la implementación de políticas públicas orientadas a garantizar los derechos de las infancias.

“En el Presupuesto de Egresos de la Federación 2025 se identifican 93.7 millones de pesos destinados a estas Unidades Responsables. Esta cifra representa, en términos reales, una disminución de 7.9 por ciento respecto a lo aprobado en 2024. Sin embargo, es importante destacar que, aunque en 2024 se aprobaron 101.7 millones de pesos, solo se ejerció el 58.6 por ciento de ese presupuesto, lo que evidencia una brecha entre la asignación de recursos y su ejecución efectiva”, puntualizó.

Finalmente, recomendó “avanzar hacia el diseño e implementación de programas presupuestarios específicos que atiendan de manera directa el trabajo infantil”, con el fin de “fomentar la eficiencia y efectividad del gasto, mejorar la rendición de cuentas y lograr atender las causas estructurales del fenómeno”.