Una disminución en el flujo de remesas podría afectar la capacidad de pago de créditos en ciertos segmentos, así como la captación minorista de la banca múltiple, advirtió el Banco de México (Banxico).

De acuerdo con el banco central, “análisis previos muestran que menores remesas aumentan la morosidad, con un impacto significativo en los segmentos de crédito personal, adquisiciones de bienes de consumo duradero y microcréditos”.

En cuanto al riesgo para el sistema financiero, Banxico señaló que la exposición a un aumento en la morosidad es moderada, ya que el monto total de los depósitos de exigibilidad inmediata es acotado.

No obstante, alertó que una reducción en el envío de remesas, o un menor crecimiento de las mismas, podría derivarse de un debilitamiento del empleo y la actividad económica en Estados Unidos, lo que impactaría directamente a los trabajadores migrantes.

En este contexto, el endurecimiento de la política migratoria estadounidense, como las deportaciones, podría reducir aún más la llegada de recursos al país. Esto afectaría especialmente a las personas en situación financiera vulnerable y a los sectores donde se otorgan préstamos en las regiones más pobres de México.

Banxico destacó que estas personas suelen tener un acceso limitado a financiamiento formal, fuentes de ingreso adicionales o activos que puedan vender para hacer frente a sus compromisos financieros.