El presidente Vladímir Putin rechazó, este miércoles 4 de junio, la posibilidad de un alto al fuego en Ucrania y descartó una cumbre con el líder ucraniano, Volodímir Zelenski, a quien acusó de promover actos terroristas contra civiles en territorio ruso.
En una reunión gubernamental transmitida en directo por televisión, Putin expresó su indignación por los recientes ataques en las regiones fronterizas de Briansk y Kursk, donde el descarrilamiento de dos trenes dejó siete muertos y más de cien heridos, hechos que atribuyó directamente a Kiev.
Además, Putin cuestionó la viabilidad de dialogar con Zelenski, a quien señaló de priorizar el terrorismo sobre la paz “¿Cómo sostener una reunión en estas condiciones? ¿De qué hablar con alguien que apuesta por el terror?”, afirmó.
De acuerdo con el líder ruso, los ataques buscan sabotear las negociaciones que se llevaban a cabo en Estambul, Turquía, demostrando una falta de interés por parte de Ucrania en alcanzar un acuerdo.
El presidente del Kremlin argumentó que una tregua sólo beneficiaría al régimen ucraniano, permitiéndole reabastecerse de armamento occidental, continuar con la movilización forzosa y planear nuevos actos terroristas similares a los de Briansk y Kursk. De la misma manera, destacó que conceder una pausa en las hostilidades no garantiza avances hacia la paz, sino que fortalecería la capacidad militar de Ucrania para prolongar el conflicto.
Además, criticó la negativa de Zelenski a aceptar treguas temporales de dos o tres días en ciertas zonas del frente para recuperar los cuerpos de los caídos, interpretándolo como una muestra de que el liderazgo ucraniano valora más el poder que la vida de las personas, “para ellos, el poder parece ser más importante que la paz”, dijo y reafirmó su postura de no ceder ante lo que calificó como una estrategia de confrontación y violencia por parte de Kiev.