La guerra comercial impulsada por el presidente estadounidense Donald Trump debilitó la actividad manufacturera de varios países asiáticos, mientras que la incertidumbre global generada por sus políticas arancelarias afectó la demanda internacional.

Con las tarifas impuestas por Trump, Vietnam resultó una de las naciones más afectadas, ya que los nuevos pedidos de exportación del país se contrajeron por séptimo mes consecutivo. Además, los costos de los insumos cayeron por primera vez en casi dos años, de acuerdo con datos de S&P.

De forma similar, en Taiwán, tanto la producción como las nuevas ventas de artículos de exportación registraron caídas por segundo mes consecutivo, mientras que Indonesia experimentó su peor descenso en pedidos desde agosto de 2021.

En términos generales, Vietnam, Indonesia, Taiwán, Japón y Corea del Sur reportaron una contracción en su actividad manufacturera, con el Índice de Gerentes de Compras (PMI, por sus siglas en inglés) manteniéndose por debajo de los 50 puntos, umbral que indica contracción del sector.

Analistas de S&P explicaron que la menor demanda y la creciente resistencia de los clientes a realizar nuevos pedidos se deben en gran parte a los aranceles impuestos por Estados Unidos. Esta dinámica ya ha afectado directamente las ventas de Taiwán y, como consecuencia, ha provocado una reducción del empleo en ese país.

Por su parte, el gobernador del Banco de Corea, Rhee Chang-yong, afirmó que el resultado de las negociaciones comerciales entre Estados Unidos y China impactará a todas las economías asiáticas.

“Cuando realmente medimos el impacto de los aranceles estadounidenses sobre nosotros, el efecto indirecto a través de China es muy importante, porque estamos muy conectados con ellos mediante las cadenas de suministro”, concluyó el banquero.