El Congreso de la Ciudad de México aprobó una reforma al Código Penal que establece penas de hasta cinco años de prisión y multas de hasta 300 días para quienes administren sustancias de forma oculta o con engaño a otras personas, práctica conocida como “pinchazos”.

La nueva disposición protege a la población frente a este tipo de agresión, especialmente en el transporte público. Hasta el momento, las autoridades han recibido 120 denuncias por "pinchazos"; en 65 se confirmó la agresión; de estos casos, seis incluyeron intento de robo y en cuatro se detectó la presencia de sustancias psicotrópicas, entre ellas la cocaína. Del total, 33 agresiones ocurrieron en el Metro, cuatro en el Metrobús y una en el Pumabús.

La reforma indica que la pena aumentará hasta en una mitad cuando se utilice una sustancia psicoactiva, narcótica o tóxica, o cuando se comprometa la vida o salud de la víctima. También se contemplan agravantes si la víctima corresponde a un niño, niña, adolescente, mujer, persona con discapacidad o integrante de un grupo de atención prioritaria.

Con 60 votos a favor, tres en contra y ninguna abstención, el Pleno del Congreso local dio su aprobación al dictamen relacionado con la administración de sustancias sin consentimiento.