El flujo de remesas en América Latina asciende a aproximadamente 146 mil millones de dólares. En el caso de México, estos recursos representan 65 mil millones de dólares anuales. Ante este panorama, el nuevo impuesto a las remesas impulsado por la administración de Donald Trump plantea la necesidad de encontrar métodos alternativos para el envío de estos recursos.

De acuerdo con un reporte de la firma especializada en comercio de activos digitales MEXC: “el flujo de remesas no es un fenómeno menor. En países como Honduras, El Salvador y Guatemala, representan más del veinte por ciento del Producto Interno Bruto (PIB). En México, alcanzan los 65 mil millones de dólares anuales, lo que equivale al 41 por ciento del total de remesas que recibe América Latina”.

La empresa señaló que, durante décadas, mover dinero entre países ha sido: “un proceso lento, costoso y frustrante", mientras que recibir pagos desde el extranjero puede: "significar esperar días, pagar comisiones excesivas y lidiar con constantes fluctuaciones del mercado de pagos transfronterizos”.

Ante ello, MEXC recomendó el uso de criptomonedas, argumentando que: “están haciendo que los pagos internacionales sean más rápidos, baratos y accesibles”. Además, estimó que esta tecnología monetaria podría alcanzar un valor de 222.1 mil millones de dólares hacia finales de 2025.