Tras la prohibición del gobierno estadounidense de inscribir a estudiantes internacionales, la Universidad de Harvard presentó una demanda contra la administración del presidente Donald Trump, ya que dicha decisión afecta directamente al 27.2 por ciento de su matrícula, integrada por más de seis mil 700 alumnos provenientes del extranjero.
La universidad consideró que la medida vulnera su autonomía académica y representa una represalia por negarse a entregar registros de conducta estudiantil solicitados por el Departamento de Seguridad Nacional, cabe destacar que el gobierno estadounidense exigió a la universidad que presente cinco años de documentación en un plazo de 72 horas para reconsiderar su decisión.
La demanda fue presentada este viernes ante un tribunal federal, a través de la cual la universidad solicita que se bloquee la orden de la secretaria de Seguridad Nacional, Kristi Noem, quien revocó la certificación del Programa de Estudiantes y Visitantes de Intercambio (SEVP) de Harvard.
Desde la Casa Blanca, se justificó la medida al señalar que Harvard se ha convertido en “un semillero de agitadores antiestadounidenses” y que alberga prácticas “proterroristas y antisemitas”.
Por último, la universidad insistió en que tales acusaciones carecen de fundamento legal y advirtió que la decisión daña gravemente su misión educativa y científica, asimismo, reiteró que la medida trunca el desarrollo profesional de estudiantes de más de 140 países.