“La violencia política en México es real”, aseguró el secretario de Estado de Estados Unidos, Marco Rubio, al referirse al asesinato de dos funcionarios vinculados al equipo de Clara Brugada, jefa de Gobierno de la Ciudad de México.

Tras el asesinato de Ximena Guzmán, secretaria particular de la jefa de gobierno, Clara Brugada, así como su asesor José Muñoz, el alto funcionario estadounidense planteó la necesidad de que su país participe de manera “más activa” en los asuntos de seguridad del territorio mexicano.

Durante una audiencia ante la Cámara de Representantes, Rubio utilizó este caso como evidencia para reforzar la narrativa de la presencia de cárteles en diversas regiones de México y reiteró el “compromiso” del gobierno de Donald Trump para “apoyar” a México en la lucha contra el crimen organizado.

En línea con esta postura, el secretario anunció una próxima visita a México. El viaje incluirá reuniones con funcionarios mexicanos y servirá, según adelantó, para reforzar la cooperación bilateral en materia de seguridad.

Washington, aseguró, está dispuesto a proporcionar equipos e inteligencia a las autoridades mexicanas para combatir a las organizaciones recientemente clasificadas como “terroristas” por el gobierno estadounidense.