Reino Unido rompió hoy sus relaciones comerciales con Israel tras la escalada en la ofensiva militar en la Franja de Gaza, pues en las últimas horas los bombardeos israelíes han dejado al menos 44 muertos y decenas de heridos.  

Fue el ministro británico de Asuntos Exteriores, David Lammy, quien anunció este martes, 20 de mayo, la suspensión formal de las negociaciones de Londres para un nuevo acuerdo comercial bilateral con Tel Aviv.

"Hemos suspendido las negociaciones con el Gobierno israelí para un nuevo acuerdo comercial. Vamos a revisar la cooperación. Esto ha sido necesario por las acciones del Gobierno de Netanyahu”, dijo David Lammy en la Cámara de los Comunes. 

Como parte de las acciones de censura contra Israel, el Ministerio de Asuntos Exteriores informó en un comunicado que el Estado británico para Oriente Medio removerá a la embajadora israelí en Londres, Tzipi Hotovely, al tiempo que condenará la expansión de las operaciones militares, la escalada "desproporcionada" de la actividad militar y el bloqueo de la ayuda humanitaria a Gaza, la cual calificó de "cruel e indefendible". 

"Aunque el gobierno de Reino Unido sigue comprometido con el acuerdo comercial existente en vigor, no es posible avanzar en las discusiones sobre uno actualizado con un gobierno que está llevando a cabo políticas flagrantes en Cisjordania y Gaza", advirtió el Ministerio de Relaciones Exteriores británico.

Aunada a las restricciones financieras, Londres también prohibirá los viajes a varios colonos israelíes por actos de violencia en Cisjordania. Entre los sancionados hay dos organizaciones, dos asentamientos y tres personas que han "apoyado, incitado y promovido la violencia" ejercida por los colonos israelíes contra las comunidades palestinas, entre ellos Daniella Weiss, "líder de los colonos" y activista de ultraderecha.

Ante el anuncio de Londres, Tel Aviv reaccionó con un comunicado en el que afirmó que "la presión externa no desviará a Israel de su camino para defender su existencia y seguridad frente a enemigos que buscan su destrucción".

"Si, debido a una obsesión contra Israel y consideraciones políticas internas, el gobierno británico está dispuesto a dañar su economía, es su propia prerrogativa", se lee en un texto del portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores israelí, Oren Marmorstein.