La Secretaría de Gestión Integral de Riesgos y Protección Civil confirmó que el combustible hallado en el agua de nueve colonias de la alcaldía Benito Juárez corresponde a diésel “muy añejo”.
Más de un año después de que habitantes de esa demarcación reportaron olor a combustible en el agua potable de sus hogares, autoridades capitalinas señalaron que el líquido sí contenía diésel.
Alicia Camps, representante del Comité de Participación Comunitaria, dio a conocer esta información tras una reunión con Myriam Urzúa Venegas, titular de la dependencia.
“Al parecer fue algo intencional lo que ocurrió con el agua”, expresó Camps. También citó a Urzúa: “Se trata de un diésel muy añejo, con alto contenido de azufre, debido al tiempo que ha permanecido a 110 metros de profundidad”.
Durante todo abril de 2024, vecinos de la alcaldía Benito Juárez informaron sobre la presencia de algún tipo de combustible en el agua que salía de sus llaves.
Ante los reclamos y las críticas, el entonces jefe de Gobierno, Martí Batres, confirmó la existencia de agua contaminada. Posteriormente, señaló que las autoridades ya habían ubicado y cerrado el punto que originó la contaminación.
También informó sobre el cierre de un pozo de agua en la alcaldía Álvaro Obregón, que abastecía exclusivamente a Benito Juárez, además de dos industrias que operaban con sustancias químicas en la zona.
A causa de la exposición al diésel, aproximadamente 800 personas reportaron problemas de salud. Entre los síntomas aparecieron dermatitis, infecciones en piel y ojos, dolores de cabeza, eczemas y mareos.
Después de conocer el informe oficial, los habitantes expresaron indignación y enojo. Criticaron la tardanza en el manejo del caso y señalaron que una respuesta más rápida habría reducido el número de afectados.