En las aguas del mar del Caribe, frente a Cozumel, un grupo de activistas se sumergieron para oponerse a la construcción de un cuarto muelle, un proyecto que consideran dañino para el medio ambiente y la sociedad local.

Fueron cerca de 40 buzos, quienes se agruparon en la zona del arrecife Villa Blanca, donde se iniciaron los trabajos de construcción. Denuncian el impacto negativo que esta megaestructura tendría sobre los ecosistemas marinos, como los pastos marinos, corales y esponjas, vitales para la biodiversidad del área.

La empresa encargada de la obra es Muelles del Caribe, la cual, a pesar de no contar con autorización para ejecutar el proyecto, sí tiene una concesión expedida en 2022 por la Secretaría de Comunicaciones y Transportes; además de un resolutivo favorable de la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales, ambos obtenidos durante la administración del expresidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO), informó la presidenta de México, Claudia Sheinbaum en la conferencia matutina del pasado 7 de mayo.

A pesar de los esfuerzos legales, incluidos dos amparos que han sido desechados por los jueces, la oposición crece en la isla. Los habitantes que rechazan el proyecto argumentan que los beneficios económicos de la industria de cruceros no se reflejan en la calidad de vida de los locales, con un 40 por ciento de la población viviendo en condiciones de pobreza y enfrentando la escasez de servicios básicos.

Por último, los manifestantes insistieron en que la defensa del medio ambiente debe ser prioridad frente a los intereses económicos.