La proporción de las exportaciones en el Producto Interno Bruto (PIB) de México ha aumentado durante la última década. En 2012, la relación de las exportaciones respecto al PIB era del 31.5 por ciento; en 2022 alcanzó el 42.7 por ciento, y cerró 2024 en 36.7 por ciento, de acuerdo con datos del Fondo Monetario Internacional (FMI) y el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi).
Así, el indicador refleja el ajuste de la economía mexicana al sistema de comercio internacional, el cual actualmente se está reconfigurando, en gran medida, debido a la nueva política comercial de Estados Unidos (EE. UU.).
Para Sergio Islas, director general de SIEM Business, firma especializada en comercio exterior y aduanas, el sector exportador enfrenta un entorno dinámico, marcado por nuevas regulaciones, desafíos geopolíticos y esfuerzos por modernizar procesos.
El especialista detalló que los aranceles impuestos por el gobierno estadounidense han generado fuertes presiones en las aduanas mexicanas, lo cual provocó que, en cruces clave como Nuevo Laredo y Ciudad Juárez, se adelantaran exportaciones para evitar sobrecostos.
En este sentido, destacó que, para hacer frente a los desafíos, el Gobierno Federal debe apoyarse en nuevas tecnologías, como la inteligencia artificial y el análisis de big data, así como fortalecer su sistema prevalidador de pedimentos, es decir, mejorar la gestión de los documentos utilizados en el comercio exterior de México.
Otras economías con una alta proporción de exportaciones en su PIB en 2024 fueron: Francia con 32.6 por ciento, Corea del Sur con 44.0 por ciento y Hong Kong 185.5 por ciento, esta última considerada un puerto comercial y centro de reexportación.
Esto significa que una gran parte de sus exportaciones no corresponde a productos fabricados localmente o con alto contenido nacional, sino a bienes importados que luego se envían con modificaciones.