De acuerdo con el Relevamiento Inmobiliario de América Latina (RIAL Di Tella–Inmuebles24), en México tiene tres de las cinco ciudades más costosas para adquirir una vivienda de América Latina, se trata de Monterrey, Guadalajara y la capital del país.

La publicación, publicada en marzo pasado, refiere que las tres urbes localizadas en la Ciudad de México, Nuevo León y Jalisco, reflejan un entorno de exclusión habitacional que afecta a millones de personas.

El estudio reportó que el precio del metro cuadrado alcanza los dos mil 666 dólares en Ciudad de México, lo que equivale aproximadamente a 51 mil 488 pesos mexicanos; en Monterrey dos mil 592 dólares, más de 50 mil pesos y en Guadalajara, dos mil 369 dólares, poco más de 45 700 pesos.

Sólo Montevideo supera a la capital mexicana, con un valor de tres mil 330 dólares por metro cuadrado, equivalente a 64 mil 336 pesos, estas cifras colocan a las principales ciudades mexicanas por encima de urbes como Buenos Aires y San Pablo.

Mexicanos destinan sus ingresos a rentas o hipotecas

Un análisis de BBVA Research indica que 20 por ciento de los 8.5 millones de hogares que pagan renta o hipoteca destinan más del 30 por ciento de sus ingresos al gasto habitacional, lo cual marca un límite de accesibilidad a la vivienda; en el caso de la Ciudad de México, cuatro de cada diez hogares se encuentran en esta situación.

"El problema de la falta de asequibilidad sigue siendo uno de los principales en el mercado actual y la continua evolución de todos los mercados hacia mayores precios es algo para lo que se necesita una solución de manera prioritaria", se leer en el informe de BBVA Research.

A nivel nacional, la Sociedad Hipotecaria Federal reportó que el precio promedio de la vivienda alcanzó un millón 859 mil pesos en el primer trimestre de 2025, con un crecimiento anual de 8.2 por ciento. Aunque este aumento resulta menor que el de años anteriores, duplica la inflación general, que se ubicó en 3.8 por ciento en marzo pasado.

Por último, BBVA advirtió que la preferencia del mercado hipotecario por los segmentos de mayor poder adquisitivo ha profundizado la desigualdad en el acceso a vivienda, cuya situación podría revertirse ampliando la oferta habitacional, especialmente en sectores de menor riesgo, recomendó el banco.