La política migratoria impulsada por el presidente de Estados Unidos (EE. UU.), Donald Trump, ha dejado a 5.62 millones de menores en situación vulnerable, según un estudio elaborado por las organizaciones Brookings y Center for Migration Studies; ya que las deportaciones de padres indocumentados en dicha nación han provocado la separación de familias, afectando a millones de hijos, muchos de ellos ciudadanos estadounidenses.
Organizaciones no gubernamentales advirtieron que estos niños enfrentan la posibilidad de ingresar al sistema de Foster Care, una red de cuidado temporal para menores sin custodia parental. Esta situación puede cortar el vínculo con sus padres de forma permanente.
El estudio señaló que la separación de padres e hijos genera efectos psicológicos graves en los menores. La presión emocional puede provocar niveles elevados de estrés, así como problemas de desarrollo que afectan su salud y sus capacidades cognitivas y conductuales.
Por su parte, la Secretaría de Gobernación (Segob) informó que hasta marzo de 2025 se registraron 36 mil repatriaciones, entre las cuales se encuentran más de tres mil mujeres; sin embargo, no se cuenta con datos oficiales sobre cuántos de los deportados eran cuidadores únicos, lo que añade incertidumbre sobre el destino de sus hijos.
Además, el sistema de Foster Care en Estados Unidos reportó una población de aproximadamente 369 mil menores. De ellos, 72 mil son de origen latino y cerca de 41 mil tienen nacionalidad mexicana. La falta de un tutor legal en el país coloca a estos menores en riesgo de ser asignados a familias adoptivas, lo que complica cualquier intento de reunificación con sus padres.
Por su parte, el despacho legal Lincoln-Goldfinch informó que su organización asociada, Vecina, cerró un programa de reunificación familiar para menores no acompañados debido a obstáculos impuestos por la administración Trump y a la falta de financiamiento. También recordó que mil 400 de los cerca de cinco mil menores separados de sus padres durante esa administración aún no han logrado reencontrarse con ellos.
Finalmente, Lincoln-Goldfinch indicó que aproximadamente 26 mil menores no acompañados, que cruzaron la frontera sin adultos, enfrentan procesos judiciales sin representación legal. Al quedar sin defensa, deben presentarse solos ante tribunales de inmigración.