El gobierno de Donald Trump cambió su estrategia arancelaria al ordenar mediante un nuevo decreto la eliminación de tarifas a diversos productos de importación, entre ellos, las autopartes provenientes de México.
La nueva orden ejecutiva establece que cuando un artículo esté sujeto a más de un arancel bajo diferentes fundamentos legales, no se sumarán entre sí y se aplicará retroactivamente a todas las importaciones realizadas desde el pasado 4 de marzo.
Con lo anterior, si una autoparte mexicana está sujeta a un arancel, no podrá ser gravado con medidas dirigidas a enfrentar el tráfico de drogas, ni por los aranceles al acero o aluminio, salvo en los casos en los que se cumplan ciertas condiciones establecidas en el decreto.
De esta manera, muchas empresas que exportan autopartes desde México dejarán de enfrentar tarifas acumuladas y costos más altos para los importadores estadounidenses.