En el Día Mundial contra el Acoso Escolar, la Red por los Derechos de la Infancia en México (REDIM) reveló la magnitud de este flagelo social que afecta a millones de estudiantes en el país.
La REDIM recordó que, durante el año 2022, más de tres millones de estudiantes adolescentes en México declararon haber sufrido acoso escolar, el 28 por ciento de los 11.7 millones de jóvenes de entre 12 y 17 años que asistían a la escuela ese año, cifras de la Encuesta Nacional sobre Discriminación (ENADIS) elaborada por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI).
Destacó que entre los jóvenes que denunciaron acoso, 1.9 millones dijeron haber sufrido rechazo o sabotaje por parte de sus compañeros; 1.8 millones recibieron burlas o apodos ofensivos. La violencia física también formó parte del panorama: 948 mil adolescentes informaron haber sido empujados, golpeados o amenazados.
En otros casos, el acoso tomó forma digital o simbólica. 581 mil jóvenes afirmaron que compañeros los atacaron por no tener celular, tablet o videojuegos. Además, 547 mil declararon que alguien los forzó a realizar actos en contra de su voluntad, mientras que 500 mil señalaron que circularon contenidos ofensivos sobre ellos en redes sociales o mensajes.
Además, el 30.2 por ciento de las mujeres reportó haber vivido alguna forma de acoso, frente al 25.8 por ciento de los hombres. En particular, ellas recibieron más rechazo social y agresiones digitales. Por su parte, los adolescentes varones sufrieron con más frecuencia agresiones físicas, obligarlos a realizar actos en contra de su voluntad y burlas constantes.
Asimismo, la coalición de organizaciones civiles manifestó que el acoso escolar en México persiste como una forma grave de violencia que interrumpe el desarrollo educativo, emocional y social de niñas, niños y adolescentes.
Asimismo, destacó que la Ley General de los Derechos de Niñas, Niños y Adolescentes establece que las autoridades deben asegurar condiciones adecuadas para la convivencia armónica y sin violencia en los espacios educativos. También exige protocolos claros ante situaciones de acoso, además de mecanismos que permitan resolver conflictos con respeto y diálogo.
Ante este panorama, la REDIM recomendó buscar asesoría cuando se detecta una situación de violencia escolar. También invitó a denunciar ante instancias como la Procuraduría Federal de Protección de Niñas, Niños y Adolescentes, que atiende casos relacionados con violaciones a derechos en contextos escolares.
Finalmente, sentenció que miles de niñas, niños y adolescentes necesitan entornos escolares seguros, donde el respeto, la inclusión y la paz construyan el verdadero fundamento del aprendizaje.