Pese a las pruebas que el colectivo Guerreros Buscadores de Jalisco dio a conocer el pasado 5 de marzo, la Fiscalía General de la República (FGR) negó la existencia de crematorios clandestinos en el Rancho Izaguirre, ubicado en el municipio de Teuchitlán, Jalisco.

La FGR sólo reconoció la presencia de zanjas y algunos espacios donde hubo fogatas. Afirmó que no halló indicios de temperaturas superiores a 200 grados, necesarias para la cremación de cuerpos; únicamente confirmó el hallazgo de una pequeña vasija con fragmentos óseos de tamaño muy reducido, conclusiones respaldadas por investigadores de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).

Además, la FGR informó que ya identificó cada prenda que las autoridades locales no procesaron. Por ello, anunció la aplicación de peritajes y convocará a los familiares de las víctimas para que participen en el procedimiento.

Hasta ahora, existen 13 procesos judiciales abiertos contra el mismo número de personas, entre ellas figura personal de la policía municipal de Tala, Jalisco.

La dependencia también aseguró que ya localizó otros ranchos que funcionaron como centros de reclutamiento en el estado. No obstante, aclaró que las investigaciones aún no inician.

Por último, la FGR señaló que las autoridades estatales conocían desde 2021 el uso del rancho por parte de un grupo criminal originario de Jalisco. Según reportes de ese año elaborados por la Comisión Estatal de Derechos Humanos (CEDH), el lugar sirvió para actividades de reclutamiento y entrenamiento de integrantes de dicha organización.