El gobierno de Donald Trump ha puesto en el primer plano de la escena internacional a Guantánamo, territorio de más de 100 km², ocupado por el imperialismo yanqui contra todas las normas del derecho internacional y en contra de la voluntad del pueblo cubano, al que pertenece dicho territorio hoy destinado a convertirse en prisión de migrantes ilegales. Valiéndose de su fuerza de gran potencia militar, económica y política, ha permanecido en forma abusiva por más de un siglo en territorio cubano, tal como han hecho siempre los países imperialistas que invaden, saquean y establecen bases militares en regiones muy lejanas de su propio país; lo mismo llevó a cabo el imperialismo en tiempos de Hitler. El gobierno yanqui es heredero del fascismo, quien lo dude o lo haya olvidado lo recordará al leer con atención el Reporte Especial de buzos, esta semana.

Es larga la historia de la isla de Guantánamo: pronto se le dio el uso de vigilancia e intimidación en la región del Caribe y más tarde en todos los países de América Latina.

Años después, cuando brotó y se extendió la protesta y la lucha contra las oligarquías y el imperialismo, el gobierno gringo desató la persecución contra sus enemigos políticos, una verdadera cacería humana; entonces Guantánamo se convirtió en cárcel y centro de tortura para miles de sospechosos de ser terroristas que, sin probarles tal acusación, fueron puestos en cautiverio, torturados y muchas veces asesinados.

El uso más reciente de Guantánamo es servir de centro de detención de migrantes ilegales; hoy, como al principio, el gobierno gringo viola el derecho internacional y atenta contra los derechos humanos de los migrantes; gente pobre que carece de empleo y de ingresos para subsistir se transforma, con otro nombre y otros argumentos, en lo mismo que los antiguos “sospechosos” de terrorismo: ahora es prisionera en tierras extranjeras, lejos de su país, y se le trata como a los peores delincuentes.

La acción ha comenzado. Los primeros migrantes, detenidos sin explicación ni juicio ni derecho a la defensa ya arribaron a Guantánamo. Pero, ¿por qué a Guantánamo? ¿Cuál es la historia de terror imperialista que espera a los que arriban a ese enclave neofascista? Una buena introducción a la respuesta la ofrece este semanario. Y existen trabajos que detallan el tema, profundas investigaciones que hay que consultar para reflexionar hasta dónde puede llegar el imperialismo en sus arbitrariedades, en el empleo de la mentira y el abuso de su fuerza militar contra quien se niega a ser sometido. La ocupación de Guantánamo es una gran lección para los pueblos del mundo en sus relaciones con el gobierno imperialista yanqui y todos sus secuaces.