La Iglesia Católica asumió este Viernes Santo su falta de caridad y atención hacia madres y padres que buscan a sus seres queridos y, en un acto de constricción, realizó el lavatorio de pies a familiares de víctimas del colectivo “Una Luz en el Camino”, así como a cuatro migrantes e igual número de personas vinculadas a casos de suicidio.

Antes del lavatorio, los familiares de personas desaparecidas encabezaron una procesión dentro de la catedral metropolitana. Este acto marcó la primera vez, en años recientes, que la Iglesia emprendió una acción de este tipo.

El acto encabezado por el cardenal Aguiar, en alusión al gesto de humildad que realizó Jesús antes de su crucifixión, tuvo lugar en medio del proceso de diálogo entre la Secretaría de Gobernación y colectivos de búsqueda.

Las reuniones se desarrollan mientras permanece en pausa la discusión legislativa sobre la propuesta de la presidenta de México, Claudia Sheinbaum, que busca reforzar las acciones de localización de personas desaparecidas.